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sábado, 7 de junio de 2025

El Segundo Asedio: cómo el sistema global avanza hacia el control total y el cumplimiento profético de Apocalipsis 13


"Cuando veáis estas cosas suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca." 
— Lucas 21:28 

I. Introducción y marco general

Vivimos en tiempos de aceleración. Cambios que antes tomaban décadas, ahora se implementan en pocos años, incluso en meses. Muchos de nosotros hemos notado, casi de manera intuitiva, que el mundo está siendo llevado hacia modelos sociales, económicos y culturales que hace apenas una generación habrían parecido inconcebibles. No es este un ejercicio de pesimismo ni de conspiracionismo: es una simple constatación de hechos.

Diversos organismos globales —desde el Foro Económico Mundial hasta la ONU, pasando por instituciones religiosas con enorme influencia moral y política— vienen promoviendo una agenda que, bajo el lenguaje del bien común, la sostenibilidad, y la justicia social, redefine el lugar del individuo en la sociedad. Los discursos ya no ocultan el objetivo: transitar hacia modelos de economía circular, reducir drásticamente la propiedad privada, controlar el consumo de recursos y materiales, y establecer un marco normativo global que armonice lo social, lo ambiental y lo económico bajo principios que, aunque presentados como universales, responden a concepciones morales concretas.

Por supuesto, todo esto ocurre en un contexto de profundas crisis globales: climática, sanitaria, geopolítica, financiera. Y estas crisis son utilizadas, de manera hábil, como catalizadores del cambio. El argumento es sencillo: “el mundo no puede seguir como está; necesitamos un nuevo paradigma.” El problema es que ese nuevo paradigma se está construyendo con una velocidad y una contundencia que apenas permite el debate público informado.

Ahora bien, es legítimo preguntarse: ¿hay detrás de todo esto un movimiento coordinado, o simplemente una convergencia de intereses diversos? ¿Estamos ante una evolución natural de las dinámicas globales, o ante la ejecución de una agenda cuidadosamente diseñada? Y más importante aún: ¿qué implicaciones reales tiene todo esto para la libertad de conciencia, para el futuro de las familias, y para la vivencia de la fe conforme a las convicciones personales?

Este artículo no pretende dar respuestas dogmáticas. No se trata de afirmar que todo está ya definido y consumado. Pero sí es necesario mirar con honestidad los hechos documentados, los discursos oficiales, las tendencias culturales, y las conexiones doctrinales que dan sustento a este movimiento global. A partir de allí, cada lector podrá formarse su propio juicio, y sobre todo, podrá tomar decisiones conscientes.

Lo que sigue es un recorrido documentado y reflexivo sobre estos procesos. Sin caer en alarmismos, pero sin ingenuidad. La preparación espiritual, mental y práctica que se requiere hoy depende, en gran medida, de cuán claro tengamos el panorama que tenemos por delante.

II. La estructura de poder en el nuevo paradigma global

En esta sección vamos a poner sobre la mesa quiénes están detrás de esta agenda de transformación global. No para especular, sino para entender que no se trata de ideas sueltas, ni de declaraciones de uno u otro líder religioso o político. La estructura de poder que está emergiendo es el resultado de un trabajo perfectamente documentado, impulsado por organismos internacionales, gobiernos, conglomerados financieros y actores religiosos que comparten marcos doctrinales comunes.

II.1. Los actores globales y su rol específico

Foro Económico Mundial (WEF)

El Foro Económico Mundial, con sede en Davos, se ha convertido en uno de los epicentros del pensamiento y diseño de esta nueva arquitectura económica y social. Su agenda pública es el "Gran Reinicio" (Great Reset), lanzada oficialmente en 2020 en respuesta a la crisis generada por la pandemia de COVID-19.

Bajo el marco del Great Reset, el WEF propone transformar la economía global hacia modelos más "sostenibles", con conceptos como economía circular, propiedad compartida, reducción del consumo y nuevas formas de gobernanza global.

Fuente oficial:

Ejemplo concreto:

  • En 2016, el WEF publicó el famoso artículo: "Welcome to 2030: I own nothing, have no privacy, and life has never been better" (“Bienvenido a 2030: No poseo nada, no tengo privacidad, y la vida nunca ha sido mejor”). WEF, 2016.

Aunque más tarde intentaron matizar el mensaje, la idea central quedó instalada: se avanza hacia una economía donde la propiedad privada, tal como la hemos conocido, será marginal.

Naciones Unidas (ONU)

La ONU ha jugado un rol clave en consolidar el marco legal y narrativo de esta agenda, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030.

Entre los ODS, conceptos como producción y consumo responsables, acciones climáticas y reducción de desigualdades se traducen, en la práctica, en propuestas legislativas para regular el uso de bienes materiales y promover esquemas de redistribución.

Fuente oficial:

Además, la ONU ha respaldado explícitamente el concepto de economía circular como base para la transformación del sistema económico:

👉 https://unece.org/circular-economy

Club de Roma

El Club de Roma es una de las organizaciones más influyentes en la generación de pensamiento de largo plazo sobre "los límites del crecimiento". Desde su famoso informe de 1972, la organización ha promovido la idea de que el crecimiento económico debe ser sustituido por un modelo de "desarrollo sostenible", basado en el control del consumo y de los recursos.

En su informe más reciente, "Earth for All" (2022), el Club de Roma propone avanzar hacia una transformación profunda de los patrones de producción y consumo, enfatizando la necesidad de gobernanza global de los materiales y el consumo.

Fuente oficial:

Vaticano y doctrina social católica

Aquí encontramos un actor clave que aporta el marco doctrinal y moral para legitimar este cambio: la Iglesia Católica a través de su doctrina social.

Desde Rerum Novarum (1891), la Iglesia viene desarrollando una visión de la propiedad como un bien subordinado al bien común. Este principio ha sido reafirmado y ampliado en encíclicas posteriores como:

  • Quadragesimo Anno (1931)

  • Centesimus Annus (1991)

  • Laudato Si’ (2015) → esta última introduce la ecología integral como marco teológico para justificar políticas ambientales y de control del consumo.

Fuentes oficiales:

Además, la propia Laudato Si’ habla de la necesidad de un "descanso universal" (n.237), que ha sido interpretado por muchos como un impulso indirecto a la legislación dominical en el contexto de la crisis climática.

Corporaciones tecnológicas y finanzas internacionales

El último actor —y no el menor— es el conglomerado de las grandes corporaciones tecnológicas y financieras, que proveen la infraestructura para esta nueva economía:

  • Big Tech (Google, Amazon, Microsoft, Apple) → control del consumo digital, economía de suscripción, seguimiento de patrones de uso.

  • BlackRock, Vanguard, State Street → los tres mayores fondos de inversión del mundo, que están reorientando el flujo de capital hacia empresas que se alinean con la agenda ESG (Environmental, Social and Governance).

Ejemplo concreto:

Estas grandes firmas han sido explícitas en su compromiso con la Agenda 2030, los ODS y la transición hacia la economía circular.


Resumen de II.1

Cuando uno mapea estos actores, lo que emerge es una matriz perfectamente coherente:

  • El WEF diseña el modelo operativo.

  • La ONU proporciona la legitimidad legal y diplomática.

  • El Club de Roma aporta el marco filosófico y ecológico.

  • El Vaticano brinda la legitimación moral y teológica.

  • Las grandes corporaciones aportan la infraestructura tecnológica y financiera.

No se trata de una conspiración oculta, sino de un proceso explícito y documentado, que está avanzando en múltiples frentes a la vez.

II.2. El marco doctrinal: del bien común al destino universal de los bienes

Hasta aquí hemos visto que la estructura de poder que impulsa este nuevo paradigma no es improvisada. Pero lo que sostiene todo este edificio, en el fondo, no son solo leyes o tecnologías: es una doctrina. Un marco ideológico que permite legitimar, moralizar y finalmente imponer estas transformaciones. Y en ese punto, el papado juega un papel absolutamente clave.

La idea central: la propiedad no es absoluta

La raíz de esta doctrina es muy sencilla de entender, aunque no siempre se expone abiertamente:
👉 La propiedad privada no es un derecho absoluto.

Esta es la afirmación clave de la doctrina social católica, especialmente desarrollada desde la encíclica Rerum Novarum (1891), de León XIII.

El razonamiento es el siguiente:

  • Dios es el dueño último de todos los bienes de la tierra.

  • La propiedad privada es un derecho subordinado al bien común.

  • Por lo tanto, si el bien común lo exige, los bienes privados pueden y deben ser redistribuidos.

Rerum Novarum lo expresa así:

"Es lícito, dice Santo Tomás de Aquino, que un hombre posea propiedad privada; pero, en cuanto al uso de esta propiedad, el hombre no debe considerar sus posesiones como exclusivamente suyas, sino como comunes a todos, para compartirlas sin vacilación cuando otros lo necesiten."

Esta idea será reforzada en todas las encíclicas sociales posteriores.

Laudato Si’: la ecología como argumento para el control del consumo

Con la encíclica Laudato Si’ (2015), el papa Francisco introduce un marco nuevo: el concepto de ecología integral. Aquí la protección del medio ambiente se convierte en un argumento teológico para justificar políticas de control del consumo y la redistribución de bienes.

El documento afirma:

"El principio de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes y, por tanto, el derecho universal a su uso, es una 'regla de oro' del comportamiento social y el 'primer principio de todo el ordenamiento ético-social'."

Y más adelante:

"El domingo, como el sábado judío, está destinado a ser un día que sana nuestras relaciones con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con el mundo."

Aquí es donde entra el componente litúrgico-social: se propone no solo cambiar los patrones de consumo, sino también establecer un nuevo "ritmo social" que, en la práctica, apunta hacia la legislación dominical.

El destino universal de los bienes

Este concepto es clave. No es nuevo, pero ha cobrado fuerza en el discurso actual:

  • Se afirma que los bienes de la tierra no pertenecen a nadie en particular, sino que su uso debe estar subordinado a las necesidades de todos.

  • En consecuencia, la acumulación de propiedad o de bienes sin compartirlos sería moralmente inaceptable.

El Catecismo de la Iglesia Católica lo enseña así:

"El derecho a la propiedad privada no anula la naturaleza universal de los bienes. El destino universal de los bienes sigue siendo primordial."

Y también:

"En el respeto de los derechos humanos y del bien común de todos, los cristianos buscarán el reconocimiento de los domingos y las fiestas litúrgicas como días festivos legales."

El vínculo con la legislación civil

Aquí está el punto más crítico. Toda esta doctrina se propone trasladar al ámbito civil. No se limita al plano moral:

  • Se pide a los Estados que legislen en función de estos principios.

  • Se sostiene que el poder civil debe garantizar el descanso dominical y la redistribución de los bienes cuando sea necesario.

Lo dijo claramente el Papa Juan Pablo II en Dies Domini (1998):

"El Estado debe garantizar el descanso dominical, respetando el deber de santificar el domingo."

En otras palabras, no se trata solo de un llamado ético, sino de un proyecto de legislación internacional.

Una doctrina que permea todo el sistema

Lo que es importante entender es que este marco doctrinal no se queda en los documentos eclesiales. Ha sido plenamente asumido por la ONU, el WEF, el Club de Roma y por la mayoría de las grandes corporaciones que operan bajo criterios ESG.

En ese sentido, es legítimo decir que hoy la doctrina social de la Iglesia Católica funciona como la ética de facto del nuevo orden económico global.


Resumen de II.2

Lo que tenemos es una doctrina perfectamente coherente y muy bien elaborada:

  • La propiedad privada es secundaria al bien común.

  • Los bienes de la tierra son para todos.

  • El consumo debe ser regulado para proteger el planeta.

  • El descanso dominical es un componente esencial de esta "nueva espiritualidad ecológica".

  • Los Estados deben legislar en consecuencia.

Y esta doctrina está siendo asumida como el marco moral que respalda la transformación que estamos viendo a nivel global.

II.3. Economía circular, consumo controlado y gobernanza global

Hasta aquí hemos visto que detrás de todo esto no solo hay políticas, sino también un marco doctrinal que las legitima. Ahora vamos a ver cómo estas ideas están aterrizando en el plano económico, en lo que ya se está empezando a llamar, sin disimulo, una “nueva economía”.

No es conspiración ni fantasía. Es política pública y estrategia empresarial documentada.

De qué hablamos cuando hablamos de "economía circular"

El concepto de economía circular no es nuevo. Nació en los años 70 en círculos ecologistas y fue recogido por organismos como la ONU y la UE.

La idea es sencilla:

  • Pasar de una economía de tipo lineal ("producir → consumir → desechar") a un sistema donde los bienes circulan continuamente.

  • Diseñar productos que se puedan mantener, reutilizar, reciclar o alquilar en lugar de comprar y poseer de forma permanente.

En teoría suena bien. Pero en la práctica, combinada con los principios del bien común y el control del consumo, lleva a un cambio radical en nuestra forma de vida:

👉 No serás dueño de nada. Usarás todo en modalidad de “servicio” o suscripción.

Lo dice literalmente el World Economic Forum (WEF):

“Welcome to 2030: I own nothing, I have no privacy, and life has never been better.”

Esta frase, de hecho, no ha envejecido bien. Ha generado un enorme rechazo social, pero la idea no se ha abandonado. Al contrario: se está refinando y desplegando a través de los marcos de ESG (Environmental, Social and Governance) que hoy muchas grandes empresas están obligadas a adoptar.

El vínculo con el control del consumo

En paralelo, el Club de Roma y organismos como la ONU y la Agencia Europea de Medio Ambiente han comenzado a desarrollar marcos de gobernanza para el consumo. Literalmente.

En mayo de 2025, el Club de Roma presentó su nuevo Grupo de Trabajo sobre Materiales y Consumo, con esta declaración:

“Combatir el cambio climático requiere controlar los materiales y el consumo.”

Esto significa que no basta con descarbonizar la economía: hay que controlar qué se consume, cuánto se consume y cómo se consume.

¿Suena extremo? Pues veamos algunos ejemplos reales que ya están en marcha:

El marco común es claro: el consumo individual será vigilado y controlado para ajustarse a los objetivos climáticos. Y para eso se está preparando la infraestructura legal y digital que lo permita.

Gobernanza global

Aquí es donde todo se conecta.

Los tres grandes pilares del control económico que se está diseñando son:

  1. ONU → regula los principios éticos y las directrices generales.

  2. World Economic Forum (WEF) → articula los compromisos entre Estados y corporaciones, mediante el marco ESG.

  3. Club de Roma → genera el marco ideológico y los diagnósticos de urgencia ("el planeta está en crisis", "hay que cambiar los patrones de consumo").

Todo este sistema se sostiene sobre una ética compartida: el destino universal de los bienes, el bien común, el equilibrio planetario. Y es ahí donde el peso doctrinal del papado se vuelve clave, como vimos en la sección anterior.

Conclusión de la sección II.3

Si uno conecta las piezas con serenidad, sin necesidad de teorías grandilocuentes, el cuadro que emerge es muy concreto:

  • Hay un marco doctrinal (bien común, propiedad subordinada) que se ha consolidado como la ética global aceptada.

  • Hay una estrategia explícita para rediseñar la economía bajo el paradigma de la economía circular.

  • Hay políticas públicas y marcos regulatorios en marcha para limitar el consumo y la propiedad.

  • Hay un proceso acelerado de convergencia entre el poder estatal, el poder corporativo y las doctrinas religiosas que sustentan esta transformación.

El resultado, si todo sigue su curso, será un modelo de sociedad donde la libertad de uso, consumo y propiedad será profundamente limitada y condicionada. Y todo ello en nombre de la sostenibilidad y el bien común.

III. La transición hacia una sociedad de control digital: pagos, movilidad, consumo y reputación

Ahora bien, uno podría pensar: “De acuerdo, están planteando un nuevo modelo económico, ¿pero cómo lo van a implementar? ¿Cómo harán que todos los ciudadanos del mundo lo acepten o lo acaten?”

La respuesta es sencilla y se está construyendo ante nuestros ojos: mediante un ecosistema de control digital integral.

En esta sección vamos a recorrer cuatro dimensiones donde ya se ve con claridad este movimiento:

III.1. El sistema de pagos: hacia un control absoluto

El primer pilar de este control es el sistema de pagos. Si los Estados y las corporaciones logran sustituir el dinero físico y el efectivo por sistemas de pago 100% digitales, tendrán la capacidad de:

  • Supervisar cada transacción.

  • Condicionar los usos posibles del dinero.

  • Excluir o sancionar a quien no cumpla determinadas reglas.

El avance de las CBDC (Central Bank Digital Currencies, monedas digitales de banco central) es el mecanismo por el cual se busca lograr esto.

Veamos ejemplos:

¿Por qué esto es tan relevante? Porque las CBDC son programables. Eso significa que un gobierno podría, llegado el caso:

  • Restringir ciertos pagos (por ejemplo, por razones de consumo responsable).

  • Limitar la cantidad de dinero que puedes gastar en determinados bienes.

  • Caducar saldos si no se gastan dentro de cierto plazo (ya propuesto en China).

  • Imponer bloqueos en caso de incumplimiento de “normas de comportamiento”.

Dicho en otras palabras: el dinero dejaría de ser neutral. Se convierte en un instrumento de gestión social.

III.2. Movilidad controlada: de la libertad al perímetro

Otra dimensión en la que se está avanzando rápidamente es la de la movilidad personal.

La idea de las ciudades de 15 minutos, que ya vimos, es solo una parte de este enfoque. En muchos casos, estas iniciativas están acompañadas de:

  • Zonas de tráfico restringido por “zonas climáticas” o “zonas de bajas emisiones”.

  • Registro digital obligatorio para el uso del coche.

  • Penalizaciones económicas (o tecnológicas) por circular fuera de las zonas designadas.

Ejemplo concreto:

👉 Oxford - 15 Minute City and Traffic Filters

En otras palabras: se está configurando un sistema en el que tu movilidad dependerá de autorizaciones digitales.

Lo que hoy es una medida “ecológica” podría mañana ser un sistema que discrimine:

  • Quienes pueden viajar.

  • Cuándo.

  • A qué zonas.

  • Bajo qué condiciones.

III.3. Consumo trazado y puntuación de reputación

El tercer componente es más sutil, pero igual de potente: el control del consumo y la reputación digital.

Aquí entra en juego el concepto de puntuación social o ESG scoring aplicado al consumidor.

¿Qué significa esto?

  • Grandes plataformas están acumulando datos exhaustivos sobre nuestros hábitos de consumo.

  • Empresas y gobiernos ya están explorando la idea de asignar puntuaciones de comportamiento sostenible o responsable.

  • En China el sistema es abierto y oficial. En Occidente se está implementando de modo fragmentado y corporativo (créditos ESG, scoring de comportamiento digital).

Ejemplos:

Además, grandes bancos y procesadores de pagos están ya trabajando en herramientas para rastrear la huella de carbono asociada a tus compras:

👉 Doconomy - Mastercard Carbon Calculator

El escenario hacia el que se apunta es claro: un ecosistema donde tus compras, tus viajes, tu perfil online y tus actividades determinen tu “puntuación” y con ello:

  • Las condiciones para acceder a créditos.

  • Los costes de ciertos servicios.

  • La participación en programas sociales.

  • En escenarios extremos, tu elegibilidad para consumir ciertos bienes.

III.4. Convergencia tecnológica y la "prisión digital"

Finalmente, todo esto converge en una arquitectura de identidad digital que servirá como llave maestra para la vida social.

La UE, por ejemplo, ya tiene en marcha su proyecto de identidad digital europea:

👉 European Digital Identity

La visión es que tu identidad digital te permitirá:

  • Acceder a servicios públicos.

  • Identificarte para servicios privados.

  • Firmar contratos.

  • Pagar.

  • Moverte.

En apariencia es cómodo. En la práctica, crea un punto único de control que, combinado con las CBDC, el scoring social y los controles de movilidad, puede derivar en lo que algunos llaman ya la “prisión digital invisible”.

El propio World Economic Forum habla de esta convergencia como el núcleo de la Cuarta Revolución Industrial:

👉 WEF - Shaping the Future of Digital Economy and New Value Creation


Conclusión de la sección III

No es conspiración. Son iniciativas oficiales, públicas, que cualquiera puede consultar. Y todas convergen en un modelo de sociedad donde:

  • El dinero será controlado.

  • La movilidad será controlada.

  • El consumo será trazado y puntuado.

  • La identidad será digital e indispensable.

Todo ello, en nombre de la sostenibilidad y el bien común, pero con potencial para derivar en un sistema de control sin precedentes.

El gran riesgo no es que exista la tecnología. Es que, bajo la bandera del consenso y el miedo climático, la opinión pública acepte voluntariamente este modelo.

IV. El papel de la doctrina social católica como marco de legitimación

Uno de los elementos más inquietantes —aunque a simple vista puede parecer benigno— es el rol que la llamada doctrina social católica está jugando como marco ético para justificar esta transformación global. Si uno escucha con atención a los actores y lee los documentos oficiales, se da cuenta de que la narrativa que los sostiene no se basa tanto en acuerdos de derecho positivo, sino en una moral pública inspirada por el pensamiento social de la Iglesia católica. No lo digo yo, lo dicen ellos mismos.

La Rerum Novarum: piedra angular del proyecto

El texto fundante de este marco es la encíclica Rerum Novarum, de León XIII (1891). En este documento, en respuesta a la cuestión obrera tras la revolución industrial, el Papa sienta las bases de la doctrina social de la Iglesia. Se reconoce el derecho a la propiedad privada, pero subordinada al principio del "destino universal de los bienes", es decir: nadie tiene derecho a retener más de lo que necesita, y todo excedente debe ser redistribuido para el bien común.

Esto no sería problemático si fuera una exhortación espiritual voluntaria. Pero la doctrina católica, a través de las encíclicas posteriores, ha insistido en que es el Estado el que debe garantizar por la fuerza este principio:

"... el derecho de propiedad privada está condicionado por su función social..."
(Laudato Si’, §93)

"... lo que excede de la necesidad pertenece por derecho natural a los pobres."
(Rerum Novarum, §22)

Esto significa que no estamos hablando de caridad personal, sino de un principio jurídico universal que justificaría políticas de expropiación o redistribución forzosa, según lo interprete el Estado (o mejor dicho, según lo oriente la Iglesia).

El puente hacia el ecologismo: Laudato Si’ y el "nuevo consenso moral"

La Laudato Si’ de Francisco (2015) ha sido el vehículo perfecto para actualizar esta doctrina en clave contemporánea. Al conectarla con el discurso ambientalista, la encíclica permite que ideas como el decrecimiento, el consumo limitado, la redistribución global y el control centralizado de recursos sean presentados como exigencias morales inapelables en nombre del "cuidado de la casa común":

"... el deterioro del ambiente y el deterioro de la sociedad afectan de modo especial a los más débiles del planeta."
(Laudato Si’, §48)

"... hace falta una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral..."
(Laudato Si’, §181)

Esto sirve como marco ideológico para muchas de las políticas que hoy se presentan en los foros globales. No es casual que el Foro Económico Mundial haya adoptado buena parte de esta narrativa —de hecho, el propio Klaus Schwab ha elogiado públicamente la Laudato Si’ como referencia moral para el Great Reset.

El principio del "bien común" como justificación para el control

Aquí entra el concepto clave: el bien común. Según la doctrina católica, los derechos individuales —incluido el derecho de propiedad, o de libertad de empresa— no son absolutos, sino que deben ceder ante el bien común, que es definido por el Magisterio:

"... el derecho de propiedad privada está subordinado al derecho al uso común, al hecho de que los bienes son para todos."
(Fratelli Tutti, §120)

El problema con este principio es su elasticidad: permite justificar cualquier nivel de intervención estatal —o supranacional— en nombre del bien común. Y aquí es donde se entiende mejor la coherencia entre el discurso papal, el Club de Roma, el Foro Económico Mundial y las agencias de la ONU.

Los jesuitas y muchos teólogos católicos reconocen abiertamente que la finalidad es lograr un marco legal internacional que obligue a respetar esta visión:

"... se necesita una economía de la solidaridad, basada en el bien común y el destino universal de los bienes..."

Por eso se insiste tanto en que es el Estado, y no los individuos, el que debe garantizar la justicia social —un principio que puede abrir la puerta a los mecanismos de control que estamos viendo emerger.

Cuando uno conecta estas piezas, queda claro que la doctrina social católica —especialmente a partir de Rerum Novarum y actualizada en Laudato Si’— proporciona el marco ético que justifica muchas de las transformaciones que hoy se impulsan:
  • Redefinición del derecho de propiedad como subordinado a la función social

  • Control de recursos y consumo en nombre del bien común

  • Transferencia de soberanía a estructuras supranacionales con base en objetivos morales universales

  • Justificación de políticas de vigilancia y control digital bajo el lema de la sostenibilidad y la equidad.

Por eso resulta tan preocupante que esta doctrina sea hoy casi el lenguaje oficial en foros globales, sin que muchos ciudadanos sean conscientes de lo que realmente implica en términos de libertad y soberanía.

V. La arquitectura emergente de control social digital

Hasta aquí hemos visto cómo se va tejiendo un marco ideológico y moral que legitima la idea de una economía más controlada, con una redefinición del derecho de propiedad y el llamado a un nuevo pacto social. Ahora bien, para que estas ideas pasen del plano doctrinal al plano práctico, se requiere una infraestructura concreta: un sistema tecnológico que permita supervisar, rastrear, condicionar y eventualmente restringir el comportamiento de los individuos y las sociedades.

Ese sistema ya se está construyendo.

El dinero digital: el primer eslabón

Uno de los pilares más claros de este modelo es la digitalización total del dinero. Bancos centrales de todo el mundo están avanzando a pasos agigantados en la creación de CBDC (Central Bank Digital Currencies), monedas digitales que no solo permitirán pagos electrónicos, sino que estarán programadas y rastreables.

"El euro digital no será solo un medio de pago: podría incorporar características programables que permitan controlar su uso en función de objetivos de política pública."

"El Banco de Inglaterra y el Tesoro británico están diseñando un 'libro blanco' para una libra digital que permita condicionar transacciones para ciertos usos o prohibiciones."

Este tipo de dinero programable permitiría, por ejemplo:

  • impedir que se gaste en bienes "no sostenibles"

  • limitar la cantidad de compras de ciertos productos (carne, combustibles, viajes)

  • aplicar impuestos dinámicos según la huella de carbono de cada transacción

  • bloquear las cuentas de quienes no cumplan con requisitos sociales, fiscales o sanitarios.

Identidad digital: el pasaporte universal

El segundo componente es la identidad digital universal. No estamos hablando ya de un simple documento de identidad, sino de un perfil integrado que combine:

  • identidad biométrica

  • registros de salud

  • historial financiero

  • historial educativo

  • datos de consumo

  • credenciales de "comportamiento sostenible"

El Foro Económico Mundial ha sido uno de los principales promotores de este concepto:

"La identidad digital es fundamental para construir una economía más justa, resiliente y sostenible."

Programas piloto como ID2020 (https://id2020.org/) o el proyecto europeo de Identidad Digital Europea (https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/ip_21_2663) avanzan precisamente en esta dirección.

Una identidad así no solo permitiría controlar el acceso a servicios, sino condicionar el ejercicio de derechos básicos (movilidad, trabajo, participación en la vida social).

Ciudades de 15 minutos y movilidad controlada

Un tercer componente emergente es el concepto de las llamadas ciudades de 15 minutos: modelos urbanos donde todo lo esencial (trabajo, salud, educación, ocio) esté a un máximo de 15 minutos a pie o en bicicleta.

En principio suena atractivo, pero varios documentos oficiales dejan entrever un objetivo más ambicioso: reducir o condicionar los desplazamientos interzonales para minimizar el impacto ambiental.

"Las ciudades de 15 minutos podrían incluir sistemas de permisos para salir de la zona asignada, en función de criterios ecológicos o de emergencia."

Ejemplo práctico: el ayuntamiento de Oxford (Reino Unido) ya ha aprobado un sistema de cámaras y permisos digitales que limita el uso de vehículos privados fuera de zonas predefinidas.

Supervisión algorítmica y crédito social

Por último, un componente que ya está en fase avanzada en China y en evaluación en Europa y América: sistemas de crédito social.

Estos sistemas asignan a cada ciudadano un "score" en función de:

  • comportamiento cívico

  • respeto a normas sanitarias y fiscales

  • nivel de participación en causas "sostenibles"

  • consumo de productos "verdes"

  • perfil en redes sociales

El Consejo de Europa ha publicado un estudio sobre el riesgo de adopción de sistemas de crédito social en Occidente:

China ya ha implementado este modelo en varias provincias. Y aunque en Europa y América no se plantea como un sistema único y explícito, sí están proliferando sistemas de incentivos y penalizaciones basados en métricas de sostenibilidad y comportamiento ciudadano.


Lo que estamos viendo no son teorías conspirativas sin fundamento. Es un proceso en curso, documentado en:

  • documentos oficiales de la UE

  • iniciativas del WEF

  • proyectos piloto de gobiernos nacionales

  • programas de bancos centrales

  • discursos papales y doctrina social.

Y lo que emerge es un sistema integrado, donde la tecnología se pone al servicio de un modelo de control social cada vez más sofisticado y justificado moralmente.

El riesgo es claro: un día podríamos encontrarnos en una sociedad donde el dinero sea condicional, la movilidad restringida, el acceso a servicios regulado por nuestro "perfil de comportamiento", y la propiedad privada virtualmente eliminada bajo la justificación del "bien común".

Si este no es el "segundo asedio" del que advertían algunas voces proféticas, se le parece bastante.

VI. Implicaciones para la libertad religiosa: ¿hacia un descanso obligatorio global?

Hasta ahora hemos analizado cómo se estructura un nuevo modelo de control social a través de la economía, la tecnología y la redefinición de derechos fundamentales. Pero hay un eje que atraviesa silenciosamente todo este proceso: el impacto potencial sobre la libertad de conciencia y de culto.

Esto no es especulación. Lo dicen explícitamente actores clave que impulsan esta agenda.

El descanso dominical como componente central del nuevo pacto social

Uno de los aspectos más reveladores es que, dentro de los documentos de doctrina social católica y en múltiples pronunciamientos recientes, el domingo aparece como eje central para la "reconstrucción del tejido social".

Lo dice el mismo Vaticano:

“El descanso dominical es expresión del sentido auténtico de la libertad y de la dignidad humana.”
Juan Pablo II, Dies Domini (1998)

“El Estado debe garantizar a los ciudadanos el derecho al descanso dominical.”
Rerum Novarum, León XIII (1891)

Esto se ha renovado en Laudato Si' (2015), donde Francisco afirma:

“El domingo, como el sábado judío, es un día que sana nuestras relaciones.”

No se trata solo de un llamamiento religioso. Se está construyendo una base ética y ecológica para justificar que el domingo sea impuesto como un día de “descanso global”, con múltiples beneficios:

¿Quién impulsa esta agenda?

Aquí encontramos una convergencia muy clara:

ActorPropuesta explícita de descanso dominical
VaticanoDocumentos citados arriba
Conferencia Episcopal EuropeaIniciativas pro descanso dominical obligatorio (https://www.comece.eu/rest-on-sundays-for-workers-and-families/)
Parlamento EuropeoResolución 2011/0389 que reconoce el domingo como "pilar de la vida social" (https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-7-2011-0389_EN.html)
Movimientos sindicalesAlianza europea pro-Sunday (https://www.europeansundayalliance.eu/)
WEF y organizaciones ecológicasPromoción de un "Green Sabbath" (https://www.greensabbathproject.net/)

Es llamativo cómo se alinean tanto actores religiosos como laicos. Es evidente que el domingo se está planteando como un componente no solo espiritual sino ético, ecológico y cívico.

¿Dónde está el problema?

Desde la superficie, parecería inofensivo o incluso deseable promover un día común de descanso.

El problema surge cuando:

  1. Se transforma en un mandato legal aplicable a todos, no solo a los creyentes que voluntariamente deseen observarlo.

  2. Se criminaliza la disidencia o la no participación.

  3. Se impone como el único patrón moral aceptable, desplazando u obstaculizando la observancia de otros días sagrados, como el sábado bíblico (Éxodo 20:8-11).

Históricamente, esto ya ocurrió. Durante la Edad Media, leyes dominicales se usaron para perseguir a quienes guardaban el sábado (sabatarianos) o a quienes discrepaban del calendario eclesiástico.

Hoy, los mismos documentos mencionan que el descanso dominical debe ser "protegido por el Estado", lo cual sienta las bases para futuras coerciones legales.

Riesgos concretos a corto y mediano plazo

Si la infraestructura de control que analizamos en la Sección V se implementa completamente (CBDC, identidad digital, ciudades de 15 min, etc.), bastaría una decisión política o eclesial para condicionar:

  • transacciones en domingo

  • apertura de comercios en domingo

  • movilidad interzonal en domingo

  • acceso a servicios públicos en domingo

Esto no es ciencia ficción. Ejemplo:

Si a eso sumamos un futuro dinero digital programable, la capacidad de imponer coercitivamente un patrón de descanso sería total.

El desafío para la libertad de conciencia

El verdadero peligro aquí no es el descanso dominical en sí, sino la imposición del mismo como dogma cívico universal, aplicable inclusive a quienes tienen convicciones distintas.

Para un cristiano bíblico que observa el sábado, por ejemplo, aceptar un sistema donde el domingo es impuesto bajo pena de restricciones sería:

  • un acto de falsa adoración

  • una transgresión de la conciencia

  • un precedente para futuras persecuciones, como las que ya vimos en la historia.

Por eso este tema debe ser vigilado con sumo cuidado. No se trata de alarmismo gratuito. Las condiciones tecnológicas, legales y éticas ya se están estableciendo.


Cuando sumamos:
  • el renovado discurso de la doctrina social católica

  • las políticas europeas pro-domingo

  • las propuestas ecológicas de Green Sabbath

  • la arquitectura tecnológica de control en construcción

el escenario es muy claro: se está creando el marco perfecto para que, en un futuro próximo, el domingo sea impuesto como estándar obligatorio de descanso social y moral.

Quienes disientan o guarden un día distinto podrían ser primero marginados, luego sancionados, y eventualmente perseguidos.

Esto es lo que advierte la profecía (Apocalipsis 13:16-17) y lo que los acontecimientos actuales parecen confirmar.

VII. El rol del Papado en la nueva arquitectura de control global

Si has seguido con atención el análisis hasta aquí, notarás que hay un actor que aparece una y otra vez en los documentos, en los discursos, en las alianzas y en la promoción de este nuevo modelo de sociedad: el Papado.

No es necesario ser "conspiranoico" para afirmarlo. Basta leer lo que el propio Vaticano publica y observar cómo es recibido por los organismos internacionales.

Veamos cómo encaja el Papado en esta trama global.

1. La doctrina social católica como marco ético universal

Desde la encíclica Rerum Novarum (1891), los papas han venido desarrollando una "doctrina social de la Iglesia" que pretende ofrecer principios universales para la economía, el trabajo, el medio ambiente y la justicia social.

Algunos hitos importantes:

Todas estas encíclicas refuerzan la misma idea: el Papa como garante del bien común global, con autoridad moral para orientar no solo a los católicos, sino al conjunto de la humanidad.

Por eso en Laudato Si’, Francisco dice claramente:

“Necesitamos un consenso mundial para enfrentar los problemas más profundos.”
(Laudato Si’, §164)

Y ese "consenso" pasa por adoptar las directrices éticas de la Iglesia.

2. La penetración del discurso católico en los foros globales

Hoy es un hecho reconocido que el Papado juega un papel central en espacios como:

Lo que está ocurriendo es un fenómeno de legitimación global de la moral social católica como estándar universal.

No por casualidad el Papa actual —León XIV y, Francisco en el pasado— está reimpulsando el uso de la doctrina de Rerum Novarum como guía para la gestión de los desafíos tecnológicos, ecológicos y sociales.

El propio Vaticano lo dijo en mayo de 2025:

“La encíclica Rerum Novarum se convierte hoy en un faro para afrontar la revolución de la inteligencia artificial.”

3. El Papado como autoridad moral sobre la propiedad y el trabajo

Un tema clave que emerge de Rerum Novarum y sus herederas es la doctrina del “destino universal de los bienes”:

“El derecho a la propiedad privada no es absoluto. Todo lo que el hombre posee está en última instancia subordinado al bien común.”
(Gaudium et Spes, §69)

Esto es fundamental. Porque permite justificar políticas de:

  • redistribución forzada

  • limitación de la propiedad privada

  • condicionamiento del uso de los bienes por criterios éticos o ecológicos

  • imposición de días de descanso “universales” como el domingo

Todo bajo la bandera del "bien común", un concepto que ya hemos visto siendo adoptado por gobiernos y organismos multilaterales.

4. El Papa como promotor de una “alianza mundial para el bien común”

El Foro de Davos (WEF) es muy claro en este punto:

“El Papa Francisco es un líder moral clave en la construcción de un nuevo contrato social global.”

Y más aún, el Papa mismo propone:

“Un multilateralismo renovado, basado en la solidaridad, en la fraternidad y en el bien común.”

No estamos ante declaraciones vacías. Los mecanismos concretos para imponer este “nuevo pacto” están ya en curso:

  • Green Sabbath / Climate Sundays

  • políticas de movilidad y consumo condicionado

  • revisión de derechos de propiedad

  • narrativas éticas globales sobre la economía circular

Y en todos estos foros el Papado se presenta como la voz moral de referencia.

5. Riesgo profético: el camino hacia la coerción

Desde la perspectiva bíblica y profética, todo este proceso es preocupante porque:

  • centraliza la autoridad moral en un poder religioso-político global (Apocalipsis 13:7-8)

  • busca imponer un patrón de adoración global en forma de descanso dominical obligatorio (Apoc. 13:15-17)

  • prepara el terreno para persecuciones futuras contra quienes, por conciencia bíblica, guarden el sábado.

El propio Catecismo de la Iglesia Católica lo dice sin ambages:

“En el respeto de la libertad religiosa y del bien común de todos, los cristianos deben buscar que el domingo sea reconocido como día de descanso legal.”
Catecismo, §2188

Lo que ya es norma en varios países (Francia, Polonia, Alemania) podría fácilmente transformarse, con la arquitectura tecnológica y legal que hemos analizado, en una imposición global.


El Papado ha logrado reposicionarse como:
  • autoridad moral global

  • referente ético para la economía y el medio ambiente

  • interlocutor privilegiado en foros internacionales

  • promotor del descanso dominical como expresión del "bien común"

Todo ello en sintonía con los poderes civiles y económicos que hemos mapeado en las secciones anteriores.

Si unimos los puntos, el riesgo de que en un futuro cercano el descanso dominical sea impuesto coercitivamente a escala global es más que real. Es proféticamente consistente con lo que Apocalipsis 13 nos advierte.

Por eso es crucial discernir, resistir en conciencia, y prepararse espiritual y prácticamente para enfrentar este desafío.

VIII. Implicaciones proféticas y llamado a la preparación

A esta altura del análisis, no podemos ni debemos cerrar los ojos. Lo que se está configurando a nivel global es más que un conjunto de iniciativas fragmentadas. Es un movimiento bien orquestado que avanza en varios frentes —económico, tecnológico, jurídico, cultural y espiritual— hacia un modelo de control social totalizante, con el respaldo ideológico de una autoridad religiosa que busca dictar el marco ético universal.

Como creyente en la Palabra profética, no puedo sino ver en todo esto una convergencia preocupante con las advertencias que encontramos en Apocalipsis 13 y 14.

1. El modelo de control: el escenario profetizado

Apocalipsis 13 nos muestra un escenario donde:

  • surge un poder religioso-político con autoridad global (la bestia que sube del mar)

  • este poder coopera con un poder de control tecnológico y económico (la bestia que sube de la tierra, que hace “descender fuego del cielo” y hace que se adore a la primera bestia)

  • se impone un modelo económico condicionado: “que nadie pueda comprar ni vender sino el que tuviera la marca” (Apoc. 13:17)

  • este control se impone a través de leyes civiles que obligan a rendir homenaje (Apoc. 13:15)

Hoy tenemos:

✅ Poder religioso con creciente autoridad moral: Papado
✅ Poder económico-digital alineado: WEF, ONU, G20, Club de Roma
✅ Herramientas tecnológicas de control ya operativas: identidad digital, CBDC, smart cities, social credit
✅ Narrativa ética de justificación: bien común, emergencia climática, solidaridad global

Esto es un cuadro asombrosamente similar al que describe la profecía.

No se trata de futurismo místico. Es observable en documentos oficiales:

2. El riesgo del descanso dominical obligatorio

Dentro de este marco, la promoción del descanso dominical como expresión de “solidaridad ecológica y social” es un componente crucial.

No es casual que:

Este es un paso previo a la imposición coercitiva que Apocalipsis 13 anticipa.

El catecismo católico es claro: el domingo debe ser protegido por ley civil (§2188).

En cuanto la arquitectura digital esté madura (CBDCs, identidad digital, trazabilidad total), será técnicamente trivial condicionar el comercio y las transacciones al cumplimiento de normas éticas "universales", entre las cuales el descanso dominical puede convertirse en elemento obligatorio.

3. El llamado profético: separación y preparación

El llamado que emerge es el mismo que encontramos en Apocalipsis 18:4:

“Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas.”

Esto implica dos dimensiones:

a. Separación espiritual

  • No aceptar el marco ético católico-papal como norma universal.

  • Reconocer que la Ley de Dios permanece inmutable, incluyendo el sábado del cuarto mandamiento (Éxodo 20:8-11).

  • Reafirmar que la salvación es por gracia mediante la fe en Cristo, no por sumisión a estructuras religiosas humanas.

b. Preparación práctica

  • Reducir la dependencia de los sistemas controlados: alimentos, energía, medios de vida.

  • Considerar con seriedad el llamado a prepararse para una vida más autosuficiente, menos expuesta a los mecanismos coercitivos.

  • Fortalecer las comunidades de fe con vínculos de apoyo mutuo, preparados para resistir juntos.

Ellen G. White lo expresó así:

“Vendrá un tiempo cuando por causa de nuestra fe no podremos comprar ni vender. No tenemos que buscar este tiempo apresuradamente; será lo bastante pronto sin que lo busquemos. Pero debemos hacer todo lo que esté en nuestro poder para colocar a nuestras familias donde no estén tan dependientes de los hombres.”
(Country Living, p. 9)

4. El verdadero sello de Dios

En contraste con la marca impuesta por el sistema del mundo, Apocalipsis nos muestra que los redimidos serán sellados en la frente con el sello del Dios vivo (Apoc. 7:2-4).

Este sello es inseparable de:

  • la obediencia voluntaria a los mandamientos de Dios (Apoc. 14:12)

  • el reconocimiento del Creador, particularmente en el sábado, memorial de la creación (Éxodo 20:11; Apoc. 14:7)

  • la fidelidad a Cristo y a su Palabra, por encima de toda presión humana.

Por eso la observancia del sábado en el conflicto final no será un legalismo, sino una manifestación visible de lealtad al Creador frente al sistema que pretende suplantar su autoridad.


Todo lo que hemos analizado muestra que el camino hacia el cumplimiento de la profecía de Apocalipsis 13 no es futurismo de ciencia ficción. Es un proceso en marcha, observable, documentado, en fase avanzada.

El desafío es mantenernos sobrios, equilibrados, pero vigilantes.

No se trata de actuar por miedo, sino por convicción:

  • afirmados en la Palabra

  • arraigados en Cristo

  • preparados espiritual y prácticamente

  • con amor por las almas que aún no ven el peligro

Este es el tiempo de prepararnos, no de dormir.

Si algo me deja claro todo este análisis es que la hora de la decisión se acerca, y que sólo quienes hayan hecho de la Palabra de Dios su guía y de Cristo su Señor resistirán en pie.

IX. Recuento profético del escenario actual: el segundo asedio y el llamado a discernir los tiempos

Llegados a este punto, es necesario detenernos un momento y mirar el cuadro en su conjunto.

Lo que hemos visto a lo largo de este análisis no son conjeturas aisladas, ni tampoco un mero ejercicio de teoría conspirativa. Es un marco coherente que surge de observar atentamente los siguientes elementos:

1. La arquitectura global de poder que se está consolidando

  • El Foro Económico Mundial (WEF) ha articulado una visión de "Gran Reinicio" que propone reestructurar la economía mundial hacia un modelo "sostenible", en realidad un modelo de control centralizado de los recursos y del consumo.

  • El Club de Roma, en su "Emergencia planetaria" y en su "economía circular", aboga por el control gubernamental de materiales y consumo para combatir el cambio climático.

  • La ONU, con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), establece un marco ético global que exige cambios profundos en la forma de vivir, producir y consumir.

  • Las CBDCs (monedas digitales de bancos centrales) avanzan como herramienta perfecta para condicionar el acceso al comercio según criterios éticos impuestos.

  • Las ciudades inteligentes y los modelos de "ciudades de 15 minutos" están siendo promovidos como ideal urbano, pero con el riesgo real de convertirse en espacios de vigilancia y control social.

2. El componente religioso: la moral universal católica

En paralelo a esta estructura de poder económico y tecnológico, avanza un marco ideológico de base religiosa:

  • Laudato Si’ propone un modelo de ética global centrado en el bien común y la ecología integral.

  • El catecismo católico enseña que el descanso dominical debe ser protegido por ley civil (§2188).

  • El concepto de destino universal de los bienes, expuesto en Rerum Novarum (León XIII) y retomado por los papas posteriores, justifica la supresión efectiva del derecho absoluto de propiedad privada.

  • La elección de León XIV como nombre papal es una reafirmación de esta agenda basada en Rerum Novarum, adaptada ahora a la era de la inteligencia artificial.

El resultado es que la autoridad moral católica está posicionándose como árbitro ético universal, con creciente aceptación incluso en foros seculares.

3. La convergencia de todos los sectores

El mapeo que hemos visto muestra que cada sector de la realidad global está siendo tocado:

  • Gobiernos y políticas públicas → a través de acuerdos internacionales y legislación.

  • Tecnología → control digital, trazabilidad, identidad digital.

  • Finanzas → CBDC, finanzas sostenibles, "social scoring".

  • Narrativa cultural → promoción del "no serás dueño de nada", economía circular, ciudades de 15 minutos.

  • Religión → moral católica universal, promoción del descanso dominical, bien común.

Estamos viendo un avance coordinado y transversal.

4. El paralelo con el segundo asedio de Jerusalén

Aquí es donde entra el profundo simbolismo profético:

En el año 66 d.C., el ejército romano de Cestio Galo rodeó Jerusalén (primer asedio). Por razones providenciales, se retiraron, dando a los cristianos una oportunidad de escapar.

Tres años y medio después, bajo Tito, el ejército volvió con fuerza total (segundo asedio). Esta vez, no hubo escapatoria: la ciudad fue destruida, el templo quemado, la población diezmada.

  • En el primer asedio, los cristianos atentos a las palabras de Jesús vieron la señal y huyeron.

  • En el segundo asedio, aquellos que no creyeron quedaron atrapados en la destrucción.

Este patrón se repite proféticamente en la historia.

  • En 1888, con el intento de legislación dominical en EE.UU. (Ley Blair) y la promoción global de Rerum Novarum, se dio un primer asedio simbólico. Dios contuvo los vientos.

  • Desde entonces, la Alianza del Día del Señor y otras entidades han seguido trabajando tras bambalinas para restaurar el modelo católico de control moral.

  • Ahora, en nuestros días, estamos entrando en lo que bien podría ser el segundo asedio:

    • La economía global está lista para condicionar el comercio.

    • El discurso del bien común se ha convertido en la justificación universal.

    • Los actores clave (papado, WEF, Club de Roma, ONU) han convergido.

    • El papado ha cerrado el círculo con la elección simbólica de León XIV.

5. El llamado final: discernir los tiempos y prepararse

¿Qué significa esto para nosotros?

Primero, que no es tiempo de pánico ni de alarmismo irracional. Pero sí es tiempo de vigilia espiritual.

Jesús advirtió: "Cuando veáis todas estas cosas, sabed que está cerca, a las puertas." (Mateo 24:33)

El segundo asedio no será un evento súbito e instantáneo. Es un proceso que ya está en marcha y que se acelerará.

El sello distintivo de la crisis final será la imposición de la observancia dominical, bajo la bandera del bien común y la solidaridad ecológica.

  • Aceptar ese sistema implicará ceder la lealtad a un poder humano usurpador.

  • Mantener la fidelidad a Dios implicará rechazar ese marco, aun con riesgo personal.

Por eso el llamado es doble:

a) Preparación espiritual

  • Arraigar nuestra fe exclusivamente en la Palabra de Dios.

  • Profundizar en el conocimiento de la Ley de Dios y del Evangelio eterno.

  • Mantener una relación viva con Cristo, por el Espíritu Santo.

b) Preparación práctica

  • Desligar progresivamente nuestra vida de los sistemas que se volverán coercitivos.

  • Fortalecer las comunidades de fe para apoyarnos mutuamente.

  • Considerar en oración el llamado a una vida más sencilla y menos dependiente del comercio y del control digital.

Como lo expresó Ellen White:

"Debemos hacer todo lo que esté en nuestro poder para colocar a nuestras familias donde no estén tan dependientes de los hombres."
(Country Living, p. 9)


Conclusión

El segundo asedio ha comenzado.

No es momento de especulación vana ni de activismo sin rumbo. Es momento de:

  • discernir con inteligencia espiritual lo que está sucediendo,

  • prepararnos en oración y acción concreta,

  • y sobre todo, de dar el testimonio del Evangelio eterno, que es la única esperanza verdadera frente al sistema que se levanta.

El conflicto que viene es sobre la autoridad de Dios y su Ley.
El sello de Dios estará en los que escojan obedecer a su Palabra, aun en contra de las presiones humanas.

Hoy, aún es tiempo de prepararnos.

Mañana, quizás ya no lo sea.