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jueves, 22 de noviembre de 2012

Descubrimiento de Pirámide en Bosnia demostraría Civilización avanzada antigua


Descubren que pirámide en Bosnia tiene al menos "25 mil años."




¿Qué podríamos decir que sabemos de historia? Bien, parece que no mucho. Lo que pensamos que sabemos está cambiando constantemente a la luz de los nuevos descubrimientos. 

Un reciente estudio de carbono, efectuado en una pirámide en Bosnia, prueba que ésta tiene por lo menos 25.000 años. 

La mayoría de los científicos e historiadores, sin embargo, creían que la civilización humana comenzó hace unos 5.000 años con los sumerios y los babilonios. Pero luego, se hallaron artefactos mucho más antiguos. Estos descubrimientos sugieren que hubo una civilización prehistórica, alrededor del mundo, altamente avanzada. 

Dos arqueólogos italianos, el Dr. Ricarrdo Brett y Niccolo Bisconti encontraron un fragmento de materia orgánica en la pirámide de Bosnia. 

Ellos pudieron realizar la prueba de carbono al material dentro de la pirámide misma. Este estudio ubica a la pirámide 20.000 años antes que las civilizaciones sumerias y babilonias. 

Cuando la pirámide de Bosnia fue descubierta en 2.005, los investigadores sólo pudieron calcular la edad de la tierra que cubría la pirámide, que tiene aproximadamente 12.000 años. 

"La materia orgánica encontrada en la Pirámide del Sol y su análisis biológico nos dice que las pirámides tienen más de 12.500 años de edad. Las más antiguas del planeta". 

Podríamos preguntarnos cómo es que una pirámide de semejante tamaño pudo haber permanecido oculta en Europa por tantos años. Hasta su descubrimiento era conocida sólo como la colina Visoko. Efectivamente, se pensó que era una colina, lo cual no es sorprendente, considerando su tamaño y el hecho de que está cubierta de tierra y de vegetación. 

Aún no se ha encontrado ninguna entrada a la pirámide, pero, lentamente se está descubriendo una intrincada red de túneles bajo la misma. 

El Dr. Semir Osmanagich, investigador de la pirámide de Bosnia comenta a NTDTV: "Bajo el valle de las pirámides en Bosnia, se encuentra la más extensa red de túneles subterráneos. Abarcan decenas de kilómetros. Y en aquellos túneles, el descubrimiento de enormes bloques de cerámica que alcanzan una masa de ocho mil Kilogramos". 

Aún hay científicos y arqueólogos que se oponen a la idea de una civilización antigua anterior a los cinco mil años. 

Sin embargo, éste último hallazgo respalda la teoría de que existieron civilizaciones muy avanzadas, antes del inicio de la presente.

Fuente: Señales de los tiempos

Comentario:


Por supuesto que existió una civilización muy avanzada anterior a las civilizaciones que conocemos hoy día  por supuesto que ellos eran mas avanzados y mas inteligentes que nosotros y por supuesto que quedaron muchas de sus construcciones regadas por el planeta como testimonio del cataclismo que hace 4.500 años destruyo el planeta y a esa civilización. Leer Génesis capítulos 6 y 7 



Ellos fueron destruidos porque se unieron casi que en su totalidad a la rebelión contra el cielo iniciada por Satanás, odiaron a su Creador, y la tierra se lleno de sangre, Dios no los destruyo porque el se goce en la muerte, sino por causa de los pocos seres humanos que sufrían bajo el peso de la maldad mas pura, junto con el planeta el Señor decidió raer a esta civilización salvando a los pocos que creyeron en El, solo 8 personas se salvaron de ese cataclismo universal.

El planeta esta lleno de las pruebas de este cataclismo, pero en el siglo XIX junto con el odio a la religión, los hombres de ciencia iniciaron una nueva "Fe" científica que negaba todo lo que la Biblia enseñaba, negaron al poder religioso pero desafortunadamente también negaron el conocimiento de Dios que habría respondido todas las incógnitas de la Geología  la Arqueología  la Vulcanologia, la biología  y las demás ciencias, hoy día esas pruebas son encontradas y aunque muchos las niegan aun, es preocupante que por otro lado se este atribuyendo esta civilización a dioses antiguos, seres extraterrestres y toda clase de explicaciones engañosas y falaces para extraviar la mente de la humanidad de su origen, de su verdadera historia, de su propósito, y del gigantesco conflicto que se libra en este planeta.

El Diluvio universal fue tan real, como lo sera el próximo cataclismo que vaciara a la tierra por completo de vida, cuando regrese el Creador y le de su reposo al planeta durante mil años, tiempo en el que el ejercito engañador tendrá que someterse al exilio en este planeta sin poder y sin ninguna vida que engañar.

Vea:



"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;"  2 Pedro 2:1-5

Y les dejo el comentario de una Escritora reconocida sobre este tema:

El puro y hermoso jardín del Edén, de donde habían sido expulsados nuestros primeros padres, permaneció en la tierra hasta que Dios decidió destruirla por medio del diluvio. El Señor había plantado ese jardín y lo había bendecido de manera especial, y en su maravillosa providencia lo saco del mundo, y lo devolverá a éste más gloriosamente adornado que antes que fuera retirado. El Altísimo se propuso preservar una muestra de la perfección de la creación, libre de la imprecación mediante la cual maldijo la tierra. 

El Señor desplegó más ampliamente ante Enoc el plan de salvación, y por medio del espíritu de profecía lo condujo a lo largo de las generaciones que vivirían después del diluvio, y le mostró los grandes acontecimientos relacionados con la segunda venida de Cristo y el fin del mundo. (Nota: *Este capítulo está basado en Génesis 4: 25, 26; 5: 3-8, 18-24; Judas 14, 15)

Los primeros habitantes de la tierra recibieron sus instrucciones del Dios infinito que había creado el mundo. Los que recibieron su conocimiento directamente de la sabiduría infinita no eran faltos de conocimiento. 

Hay en la actualidad muchas invenciones y adelantos, y máquinas para ahorrar trabajo que los antiguos no tenían. No las necesitaban. . . 

Antes del diluvio, los hombres vivían varios centenares de años, y la persona de cien años era considerada joven. Esos hombres que vivían tanto tenían mentes sanas en cuerpos sanos. . . Llegaban al campo de acción entre los sesenta y los cien años, la edad aproximada en que aquellos que viven más en la actualidad ya han representado su parte en el breve lapso de su vida, y han salido del escenario ( SDA Bible Commentary , tomo 1, págs. 1089, 1090). 

Había muchos gigantes, hombres de gran estatura y fuerza, renombrados por su sabiduría, hábiles para proyectar las más sutiles y maravillosas obras; pero la culpa en que incurrieron al dar rienda suelta a la iniquidad fue proporcional a su pericia y habilidad mentales. 

Dios otorgó ricos y variados dones a estos antediluvianos; pero los usaron para glorificarse a sí mismos, y los trocaron en maldición poniendo sus afectos en ellos más bien que en Aquel que se los había dado. Emplearon el oro y la plata, las piedras preciosas y las maderas selectas, en la construcción de mansiones para sí y trataron de superarse unos a otros en el embellecimiento de sus moradas con las más hábiles obras del ingenio humano. Sólo procuraban satisfacer los deseos de sus orgullosos corazones, y se aturdían en escenas de placer y perversidad ( Patriarcas y Profetas , págs. 78, 79). 

Se corrompieron en su imaginación porque dejaron a Dios fuera de sus planes y consejos. Eran sabios para hacer lo que Dios nunca les había dicho que hicieran, sabios para hacer el mal. . . Usaron el tiempo de gracia, otorgado tan misericordiosamente, en ridiculizar a Noé. Lo caricaturizaron y lo criticaron. Se rieron de él a causa de su singular fervor y el intenso sentimiento en lo que se refería a los juicios de Dios, acerca de los cuales predicaba que se cumplirían con seguridad. Ellos hablaban de la ciencia y de las leyes que regían la naturaleza y se burlaban de las palabras de Noé, llamándolo loco fanático ( SDA Bible Commentary , pág. 1090

Pero al octavo día los cielos se oscurecieron. El rugido del trueno y el vívido resplandor de los relámpagos comenzaron a atemorizar a hombres y animales. Desde las nubes la lluvia descendía sobre ellos. Era algo que no habían visto antes y sus corazones comenzaron a desfallecer de temor. Los animales iban de un lado al otro presas de salvaje terror, y sus alaridos discordantes parecían un lamento que preanunciaba su propio destino y la suerte de los hombres. La tormenta aumentó en violencia hasta que las aguas parecían descender del cielo como tremendas cataratas. Los ríos se salieron de madre y las aguas inundaron los valles. Los fundamentos del abismo también se rompieron. Chorros de agua surgían de la tierra con fuerza indescriptible, arrojando rocas macizas a cientos de metros de altura, para luego caer y sepultarse en las profundidades de la tierra. 

La gente vio primero la destrucción de las obras de sus manos. Sus espléndidos edificios, sus jardines y huertas tan hermosamente arreglados, donde habían ubicado sus ídolos, fueron destruidos por rayos del cielo. Sus ruinas se esparcieron por todas partes. Habían erigido altares en los bosques, consagrados a sus imágenes, en los cuales habían ofrecido sacrificios humanos. Lo que Dios detestaba fue destruido ante ellos por la ira divina, y temblaron ante el poder del Dios viviente, Hacedor de los cielos y la tierra, y se les hizo saber que sus abominaciones y horribles sacrificios idolátricos habían acarreado su destrucción. 

La violencia de la tormenta aumentó, y entre la furia de los elementos se escuchaban los lamentos de la gente que había despreciado la autoridad de Dios. Árboles, edificios, rocas y tierra salían disparados en todas direcciones. El terror de hombres y animales era indescriptible. El mismo Satanás, obligado a permanecer en medio de la furia de los elementos, temió por su vida. Se había deleitado al dirigir a esa raza tan poderosa, y quería que viviera para poner en práctica por medio de ella sus abominaciones, y aumentar su rebelión contra el Dios del cielo. Profería imprecaciones contra Dios acusándolo de injusticia y crueldad. Mucha gente, como Satanás, blasfemaba contra el Señor, y si hubieran podido llevar a cabo los propósitos de su rebelión, lo hubieran expulsado de su trono de justicia. 

Mientras muchos blasfemaban y maldecían a su Creador, otros, con frenético temor, extendían las manos hacia el arca y rogaban que se los dejara entrar. Pero eso era imposible. Dios había cerrado la puerta, la única entrada, y dejó a Noé adentro y a los impíos afuera. Solo él podía abrir la puerta. El temor y el arrepentimiento de esta gente se produjo demasiado tarde. Tuvieron que reconocer que había un Dios viviente más poderoso que el hombre, a quien habían desafiado y contra quien habían blasfemado. Lo invocaron fervorosamente, pero el oído divino estaba cerrado a sus clamores. Algunos, desesperados, trataron de entrar a la fuerza en el arca, pero esa firme estructura resistió todos sus embates. Otros se aferraron a ella hasta que los arrebató la furia de la corriente, o las rocas y los árboles que volaban en todas direcciones. 

Los que habían despreciado las advertencias de Noé y habían ridiculizado al fiel predicador de la justicia, se arrepintieron demasiado tarde de su incredulidad. El arca se sacudía y se agitaba vigorosamente. Los animales que estaban dentro de ella expresaban mediante diferentes sonidos su temor descontrolado; sin embargo, en medio de la furia de los elementos, la elevación del nivel de las aguas y las violentas arremetidas de árboles y rocas, el arca avanzaba con seguridad. Algunos ángeles sumamente fuertes la guiaban y la protegían de todo peligro. Su preservación a cada instante de esa terrible tempestad de cuarenta días y cuarenta noches fue un milagro del Todopoderoso. 

Los animales amenazados por la tempestad acudieron a los hombres, pues preferían estar cerca de los seres humanos, como si esperaran que ellos los auxiliaran. Algunos ataron a sus hijos a fuertes animales, e hicieron otro tanto consigo mismos, pues sabían que éstos lucharían por su vida, y treparían a las cumbres más altas para huir de las aguas que subían. La tempestad no moderó su furia, sin embargo; las aguas, en cambio, aumentaron de nivel más rápidamente que al principio. Algunos se ataron a altos árboles ubicados en las cumbres más elevadas de la tierra, pero éstos fueron desarraigados y lanzados con violencia por el aire como si alguien los hubiera arrojado con furia, junto con piedras y lodo, sobre las olas que avanzaban y bullían. Sobre esas cumbres seres humanos y bestias luchaban por conservar su posición, hasta que todos fueron arrojados a las espumosas aguas que casi llegaban a esos lugares. Por fin esas cimas fueron alcanzadas también, y los hombres y los animales que se hallaban allí perecieron por igual arrastrados por las aguas del diluvio. 



"Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.  Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en aguapero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,"    2 Pedro 3: 1-11


1 comentario:

  1. La noticia estaba de coña hasta que has metido la religión por medio...

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