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viernes, 12 de febrero de 2016

Las setenta semanas de Daniel 9;24-27




DANIEL CAPITULO 9

Dan 9:1 En el año primero de Darío, hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos,

Esto sucedió durante la reorganización de Babilonia bajo el Imperio de los Medos-Persas, como se había visto anteriormente la identidad de Darío el Medo hijo de Asuero (Jerjes), como lo cita el profeta Daniel, pudo haber sido Ciajares II tío de Ciro II el Grande o Gubaru uno de los corregentes de Ciro II, quien gobernó Babilonia durante el primer año de Ciro, a quien el mismo Ciro había puesto como Gobernador de Babilonia en el año 539/538 a.C, según los historiadores antiguos este gobernador tan solo ejerció su poder durante algo menos que 18 meses, por esta razón casi de inmediato se deja de narrar dentro del relato Bíblico de Daniel. La Visión del capítulo 9 ocurre unos meses después de la Visión del Capítulo 8 y del episodio del capítulo 5.

Los eruditos bíblicos liberales dicen que según la historia no hubo un hombre que se llamase Dario el meda y dicen que el escritor de las Escrituras debió de confundirle con un rey que reinó mucho después, llamado Dario de Persia.

Pero esta aparente equivocación también se puede explicar. Para empezar, todas las “Crónicas Babilonias” nos dicen la fecha exacta en que cayó Babilonia, el 13 de Octubre del año 539 a. de C.

Según la documentación histórica un hombre llamado Gubaru, un meda, fue nombrado por el Rey Ciro para que gobernase en Babilonia en esa época. Gubaru nació en el año 601 a. de C., lo cual significa que tendría 62 años cuando invadió Babilonia, exactamente la edad que se menciona en Daniel 5:31.

Los datos babilonios acerca de la conquista de Babilonia por parte de Dario el meda aparecen a continuación:

“En el mes de Tashritu, cuando Ciro estaba batallando contra el ejército de Acad en Opis, en el río Tigris, los ciudadanos de Acad se sublevaron, pero Nabónido masacró a los confusos habitantes. En el día 14, sin que se produjese una batalla, fue tomada Sippar y Nabónido huyó para salvar su vida.

En el día 16, Gubaru (Dario el meda) gobernador de Gutium y el ejército de Ciro entraron en Babilonia sin que hubiese una batalla y posteriormente arrestaron a Nabónido cuando regresó a Babilonia.”

Dan 9:2 en el año primero de su reinado, yo, Daniel, miré atentamente en los libros sagrados el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse sobre las ruinas de Jerusalén: setenta años.

Evidentemente Daniel estaba perplejo sobre cómo relacionar lo que le había sido revelado en la visión del cap. 8 con los acontecimientos del futuro inmediato: el retorno de los judíos al final de los 70 años (Jer_29:10).

Daniel había quedado perplejo, en el capítulo 8 escribe Daniel que quedó quebrantado y enfermó a causa de la visión, lo que implica que él entendió que las 2300 tardes y mañanas comprendían un lapso de tiempo muy largo.

“Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo durante algunos días, y cuando convalecí, volví a ocuparme en los asuntos del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendí” Daniel 8:27

Al comprender la posibilidad de que Dios hubiera podido extender el cautiverio y la persecución de su pueblo Judío, de setenta años a dos mil y trescientos años, se llenó de angustia, y decidió revisar la profecía dada a Jeremías sobre el cumplimiento del tiempo del cautiverio de los judíos en Babilonia. (Ver com. Jer_25:1, Jer_25:12)

Dan 9:3 Y volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

Aunque el Señor había prometido la liberación de su pueblo en el tiempo designado, Daniel conocía la naturaleza condicional de muchas de las promesas de Dios (ver Jer_18:7-10). Puede haber temido que la impenitencia de su pueblo pudiese postergar el cumplimiento de la promesa. Además, la visión de Dan. 8 predecía una desolación adicional para el santuario y para la ciudad. El profeta debe haber quedado profundamente perplejo por su falta de comprensión de la visión de “las tardes y mañanas” (Dan_8:26).

Daniel 9:5:19 Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente, hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. A ti, Señor, la justicia, y a nosotros la vergüenza en el rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de las rebeliones con que se rebelaron contra ti. Oh Jehová, a nosotros, la vergüenza en el rostro, a nuestros reyes, a nuestros príncipes y a nuestros padres; porque contra ti pecamos. Al Señor, nuestro Dios, el tener compasión y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. Todo Israel traspasó tu ley, apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos. 

Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén. Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y prestar atención a tu verdad. Por tanto, Jehová veló sobre este mal y lo ha hecho venir sobre nosotros; porque es justo Jehová nuestro Dios en todas las obras que ha hecho, pero nosotros no hemos hecho caso de su voz. Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y con ello te granjeaste un renombre que perdura hasta hoy; hemos pecado, hemos obrado impíamente. Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean. Ahora pues, Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor de ti mismo, oh Señor. Inclina, oh Dios mío, tu oído, y escucha; abre tus ojos, y mira nuestras ruinas, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus grandes misericordias. ¡Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, presta atención, y actúa! ¡No tardes más, por amor de ti mismo, Dios mío! Porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.

Se nos da el ejemplo de oración y confesión de Daniel para nuestra instrucción y nuestro ánimo. Israel había estado en cautiverio por casi setenta años. La tierra que Dios había elegido como su posesión había caído en poder de los paganos. La ciudad amada, receptáculo de la luz de] cielo, una vez el gozo de toda la tierra, ahora era despreciada y envilecida. Estaba en ruinas el templo que había albergado el arca del pacto de Dios y a los querubines de gloria que proyectaban su sombra sobre el propiciatorio. El mismo lugar de su ubicación era profanado por los pies de los impíos. Los fieles que conocieron la gloria anterior estaban llenos de angustia ante la desolación de la santa casa que había distinguido a Israel como el pueblo escogido de Dios. Esos hombres habían sido testigos de las condenaciones de Dios debido a los pecados de su pueblo. Habían sido testigos del cumplimiento de esta palabra. También habían sido testigos de las promesas del favor divino si Israel se volvía a Dios y caminaba rectamente delante de él. Peregrinos ancianos y canosos acudían a Jerusalén para orar en medio de sus ruinas. Besaban sus piedras y las humedecían con sus lágrimas mientras oraban al Señor para que tuviera misericordia de Sion y la cubriera con la gloria de su justicia. Daniel sabía que casi había terminado el tiempo para el cautiverio de Israel; pero no creía que porque Dios había prometido liberarlos, ellos no tenían una parte que hacer. Con ayuno y contrición buscó al Señor confesando sus propios pecados y los pecados del pueblo (RH 9-2-1897).

Dan 9:20 Aún estaba yo hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios, por el monte santo de mi Dios;

Esta oración intercesora tan profunda de Daniel al confesar su pecado y el de su Pueblo es hecha por Daniel por temor a que los pecados de Israel fueran tan grandes que Dios hubiese decidido alargar el castigo, Daniel creía que la visión de aquel cuerno pequeño y la desolación del templo se aplicaba en su pueblo Judío y que el cautiverio según la visión del capítulo 8 se alargaría por muchos siglos.

Dan 9:21 aún estaba hablando en oración, cuando Gabriel, el varón a quien había visto en la visión al principio, vino a mí volando con presteza, como a la hora del sacrificio de la tarde.

Ver Dan_8:15-16. Este es el mismo ser que había explicado las tres primeras secciones de la visión del cap. 8. Ahora vuelve con el propósito de completar su tarea asignada.

Algunos comentadores no han visto la estrecha relación entre los cap. 8 y 9, y por eso no han comprendido la relación entre los 2.300 “días” del cap. 8 y las 70 “semanas” del cap. 9. Sin embargo, el contexto requiere precisamente esta relación, como lo demuestran los siguientes hechos:

1. Todos los símbolos de la visión del Dan_8:2-14, exceptuando los 2.300,”días” de los Dan_9:13-14, se explican cabalmente en el mismo capítulo 8:15-26

2. Daniel sabía que los 70 años del cautiverio predicho por el profeta Jeremías estaban por finalizar (Dan_9:2; ver t. III, pp. 93-95, 97-100; com. Jer_25:11).

3. Daniel no entendía el período de 2.300 días, la única parte de la visión que no había sido explicada aún (Dan_8:27; ver la explicación N.° 1), y evidentemente temía que implicara una prolongación del cautiverio y que continuara la desolación del santuario (ver Dan_9:19). Sabía que la promesa de restauración era condicional y dependía del sincero arrepentimiento de Israel (SL 48; ver t. IV, p. 36).

4. La perspectiva de una terrible persecución durante el transcurso de los 2.300 “días” (Dan_8:10-13, Dan_8:23-25) era más de lo que podía soportar el anciano Daniel, y como resultado fue “quebrantado” y estuvo “enfermo algunos días” (Dan_8:27; CS 372). Por eso el ángel interrumpió la explicación de la visión.

5. Durante el intervalo que precedió al regreso del ángel (Dan_9:21) Daniel volvió a estudiar las profecías de Jeremías para lograr una comprensión más clara del propósito divino respecto al cautiverio (ver t. IV, p. 33), especialmente con relación a los 70 años (Dan_9:2).

6. Tras llegar a la conclusión de que la transgresión de la mayoría de los israelitas era la causa de lo que él evidentemente tomó como una prolongación de los 70 años (ver explicación N.° 3), Daniel intercedió muy fervorosamente ante Dios pidiendo perdón, el retorno de los cautivos exiliados y la restauración del santuario de Jerusalén que estaba desolado (ver Dan_9:3-19). Su oración termina con una reiteración del pedido de que Dios perdonara los pecados de la nación y que no demorara la promesa de la restauración (Dan_9:19).

7. Nótese particularmente que la parte de la visión del cap. 8 que había quedado sin explicar, predecía que el “santuario” y el “ejército” serían “pisoteados” (Dan_9:13-14, Dan_9:24) durante un período de 2.300 “días”. En su oración Daniel ruega a Dios que el tiempo del cautiverio no se extienda (Dan_9:16-19). Una cuidadosa comparación entre la oración del cap. 9 y el problema del cap. 8 deja en claro, sin lugar a dudas, que Daniel tenía en cuenta este problema mientras oraba. Pensaba que la visión de los 2.300 “días” de desolación del santuario y persecución del pueblo de Dios implicaba que Dios iba a postergar o “tardar” la restauración (Dan_9:19).

8. En respuesta a esta oración, Gabriel, que había sido enviado para explicar la visión del cap. 8 (Dan_8:15-19) pero que aún no había terminado la explicación (ver la explicación N.° 4), saludó a Daniel con el anuncio: “Ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento” (Dan_9:22). Gabriel es enviado para explicarle a Daniel la profecía concerniente al tiempo predicho de 2300 “días” años, ya que era esa la porción de la profecía dada en el capítulo 8 que Daniel no pudo entender y la causa de su angustia y perplejidad.

9. Con toda claridad, la explicación del Dan_9:24-27 es la respuesta del cielo a la oración de Daniel (Dan_9:23), y la solución del problema que motivó la oración (ver las 877 explicaciones N.° 6 y N.° 7). Compárese la orden original dada a Gabriel para que explicase la visión a Daniel (Dan_8:16) con la renovación de la orden cuando oró Daniel (Dan_9:23), y la orden dada por Gabriel a Daniel de entender y conocer (Dan_8:17, Dan_8:19), con expresiones similares en el Dan_9:23.

10. Nótese especialmente que a Daniel se le dijo que entendiera la “orden” y la “visión” (Dan_9:23), es decir, la visión que había visto .al principio” (Dan_9:21). Esto sólo puede referirse a la visión del Dan_8:2-14, ya que no se había dado ninguna otra visión desde aquélla. Compárense las palabras “enseña a éste la visión” (Dan_8:16) con “entiende la visión” (Dan_9:23).

11. De esa manera el contexto aclara, sin ninguna duda, que la explicación del Dan_9:24-27 es una continuación que completa la explicación comenzada en el pasaje del Dan_8:15-26, y que la explicación del pasaje del Dan_9:24-27 trata exclusivamente de la parte no explicada de la visión, es decir del factor tiempo de los 2.300 “días” del Dan_8:13-14. En ambos casos el ángel es Gabriel (Dan_8:16; Dan_9:21), el tema es idéntico y el contexto demuestra que la última parte de la explicación del cap. 9 toma el hilo de la explicación en el punto en que fue dejada en el cap. 8.

Dan 9:22 Y hablando conmigo, me hizo comprender, diciendo: Daniel, he salido ahora para ilustrar tu inteligencia.

Se refiere sin duda a la visión mencionada en el Dan_8:26-27, la cual “no se podía comprender” (Dan_8:27). Daniel no podía entender la relación entre los 70 años de cautiverio predichos por Jeremías (Jer_29:10) y los 2.300 días (años) que habrían de pasar antes de la purificación del santuario. Se desvaneció cuando el ángel le dijo que la visión sería para “muchos días” (Dan_8:26).

Dan 9:23 Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para revelártela, porque tú eres muy amado. Comprende, pues, la orden, y entiende la visión.

Entender la visión: Las palabra aquí utilizada para visión en arameo es Mareh, que significa literalmente “la cosa vista” “lo que viste”, Gabriel iba pues a explicarle a Daniel la “cosa vista” que había espantado tanto a Daniel una referencia a la .visión de las “tardes y mañanas” (Dan_8:26). En sus últimas palabras a Daniel en ocasión de su visita previa, Gabriel declaró que la visión de las 2.300 tardes-mañanas era “verdadera”. De modo que en el Dan_9:24, el divino instructor comienza por donde terminó en el Dan_8:26.


Dan 9:24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar con las prevaricaciones y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.


Setenta semanas: La palabra que aquí se traduce “semana”, shabua’, describe un período de siete días consecutivos (Gen_29:27; Deu_16:9; Dan_10:2). En el seudoepigráfico Libro de los Jubileos, al igual que en la Mishna, se usa shabua’ para indicar un período de siete años. Evidentemente aquí se trata de semanas de años y no semanas de días, pues en el Dan_10:2-3 cuando Daniel quiere especificar que las semanas a las que allí se refiere son semanas de siete días, el hebreo dice explícitamente “semanas de días”. Las 70 semanas de años serían 490 años literales, sin necesidad de que a éstos se les vuelva a aplicar el principio profético de día por año (ver com. Dan_7:25).

Están determinadas: La palabra en Arameo es Kjatak que según la concordancia bíblica exhaustiva Strong significa cortar o separar , Ahora si Gabriel comienza por decirle a Daniel que setenta semanas (490 años) están cortadas o separadas para el pueblo Judío, la pregunta es: ¿De dónde son cortadas? Ya que Gabriel regresa para explicarle a Daniel la última parte de la visión del capítulo 8 concerniente a la visión de los 2300 años, es lógico y el contexto, la conexión y la continuidad de ambos capítulos, apoyan que las setenta semanas son “cortadas” o “separadas” del lapso de tiempo más largo, los 2300 años.

Sí los eruditos cristianos concuerdan todos que las setenta semanas son proféticamente semanas de años o 490 años, si esos años son cortados de la visión del tiempo del capítulo 8, entonces los “2300 tardes y mañanas” obligatoriamente tienen que ser también años, ya que de ahí son separados los 490 años que se aplican sobre el pueblo Judío.

Además, faltando pruebas contrarias, puede deducirse que las 70 semanas serían cortadas a partir del comienzo de ese período. Vista a la luz de estas observaciones, la traducción de Kjatk como “cortar” parece muy apropiada. Puesto que los 490 años estaban especialmente asignados a los judíos respecto a su papel como pueblo escogido de Dios, las traducciones “determinar” y “decretar” también son apropiadas en este contexto.

Para acabar… del Heb. lekalle’ de la raíz kala’, “reprimir”. El pasaje puede referirse al poder restrictivo que Dios ejercería sobre las fuerzas del mal durante el período concedido a los Judíos. Sin embargo, unos 40 manuscritos hebreos rezan lekalleh, forma que claramente proviene de kalah, “completar”. Si kalah es la raíz, el pasaje se refiere evidentemente al hecho de que dentro de este período los Judíos llenarían la copa de su iniquidad. Dios había soportado largo tiempo a los israelitas. Les había dado muchas oportunidades, pero ellos continuamente lo chasqueaban. (ver Mat 23:28; Luc 13:35)

Poner fin al pecado… Esta frase puede tener un significado paralelo con la que precede, “terminar la prevaricación”. Algunos expositores notan que la palabra que aquí se traduce “pecado” (Heb. jatta’oth o jatta’th, según algunos manuscritos y los masoretas) puede significar “pecados” u “ofrenda por el pecado”. De las 290 veces que se usa la palabra jatta’th en el AT, 155 veces significa “pecado” y 135 veces “ofrenda por el pecado”. Si el significado que se deseaba dar era “ofrenda por el pecado”, podría darse la siguiente interpretación: Cuando Cristo, en el Calvario, llegó a ser la realidad simbolizada (antitipo) por los sacrificios efectuados en el santuario, ya no fue más necesario que el pecador trajese su ofrenda por el pecado (ver Jn_1:29). Sin embargo, la forma plural jatta’oth casi invariablemente describe pecados, y sólo una vez, a menos que ésta también sea una excepción, significa ofrenda por los pecados (Neh_10:33).

Expiar la iniquidad…del Heb. kafar vocablo que generalmente se traduce “hacer expiación”, cuyo sentido básico es “cubrir” (ver Exo_30:10; Lev_4:20; etc.). Mediante su sacrificio vicario, Cristo logró la reconciliación para todos los que aceptan su sacrificio.

La justicia perdurable… Cristo no vino a la tierra sólo para hacer que los pecados fuesen borrados. Vino para reconciliar al hombre con Dios. Vino para que fuera posible imputar e impartir su justicia al pecador arrepentido. Cuando los hombres lo aceptan, él les confiere el manto de su justicia, y ellos aparecen en la presencia de Dios como si nunca hubieran pecado (CC 62).

La palabra en Hebreo es Tsedec y está siempre relacionada con el juicio, con efectuar juicio (Sal 9:8) Cristo vino a traer justicia al mundo al juzgar con su vida al príncipe de las tinieblas (Ver Jn 12:31; 16:11) El vino a demostrar la justicia de Dios, para que por su justicia nosotros podamos ser justificados. (Jn 15:10)

Sellar la visión… La palabra utilizada es kjatám, que significa encerrar, cerrar o firmar, aquí puede tener doble significado, la visión a sellar es la Chazóm, la misma palabra utilizada para visión en Dan 8:1 lo que indica que el cumplimiento de los 490 años sobre el pueblo Judío sellaría de dos maneras aquella Chazóm:

1. Confirmándola, el cumplimiento de las primeras 70 semanas de la visión larga confirmaría el cumplimento del resto de dicha visión, lo que garantizaría que así como se cumplirían los primero 490 años, el resto de la visión tendría su cumplimiento con igual fidelidad.

2. Sellándola, en Dan 12:4 el ángel le da a Daniel la orden de sellar el libro hasta el tiempo del fin, aquí la palabra sellar la parte de la visión que debía entenderse en el futuro cuando su cumplimiento se acercara, eso quiere decir que mientras los 490 años serían entendidos, el tiempo restante quedaría sellado hasta el momento en el que su cumplimiento llegara y pudiera ser comprendido.

Ungir al Santo de los Santos… Heb. qódesh qodashim, “algo santísimo” o “alguien santísimo”. La frase hebrea se aplica al altar (Exo_29:37; Exo_40:10), a otros utensilios y muebles pertenecientes al tabernáculo (Exo_30:29), al perfume santo (Exo_30:35-36), ofrendas especificadas de alimento (Lev_2:3, Lev_2:10; Lev_6:17; Lev_10:12), ofrendas por el pecado (Lev_7:1, Lev_7:6), el pan de la proposición (Lev_24:5-9), cosas consagradas (Lev_27:28), al recinto santo (Num_18:10; Eze_43:12), y al lugar santísimo del santuario (Exo_26:33-34). En ninguna parte se aplica esta frase a personas, a menos que, como sugieren algunos, se la aplique así en este caso y en 1Ch_23:13. Este último texto puede traducirse, “Aarón fue separado para ungirlo como persona santísima”, aunque puede también traducirse como en la RVR. Algunos expositores Judíos y muchos comentadores cristianos han sostenido que se hace referencia al Mesías.

En vista de que no se puede demostrar que esta frase se refiere en otros casos definidamente a una persona y en vista de que se está hablando del santuario celestial en los aspectos más amplios de la visión (ver com. Dan_8:14), es razonable inferir que Daniel habla aquí del ungimiento del santuario celestial antes del tiempo del comienzo de la obra de Cristo como sumo sacerdote.

Cristo unge con su sangre el Santuario para comenzar su ministerio como Sumo Sacerdote del Santuario Celestial, su sangre es el medio por el cual el sacrificio perfecto es consumado, de manera tal que el ministerio sacerdotal se traslada con la muerte y resurrección de Cristo, del santuario terrenal al Santuario Celestial. (Ver Heb 9:23)

Dan 9:25 Sepas pues y entiendas, que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalem hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; tornaráse a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.


La salida de la orden… Cuando fue dada esta visión, Jerusalén y el templo todavía estaban en ruinas. El cielo anuncia que se daría una orden para reconstruirlos y restaurarlos, y que desde esa fecha pasaría un número determinado de años hasta el Mesías anhelado por tanto tiempo.

En el libro de Esdras se registran tres 879 decretos referentes a la repatriación de los judíos: El primero en el primer año de Ciro, alrededor del 537 a. C. (Ezr_1:1-4); el segundo durante el reinado de Darío I, poco después del 520 (Ezr_6:1-12); el tercero en el 7° año de Artajerjes, 458/457 a. C. (Ezr_7:1-26). Hay informaciones adicionales en el t. III, pp. 100-108.

En sus decretos, ni Ciro ni Darío dispusieron medidas efectivas para la restauración del Estado civil Judío como una unidad completa, aunque en la profecía de Daniel se prometía una restauración del gobierno religioso y del gobierno civil. El decreto del séptimo año de Artajerjes fue el primero que dio al Estado judío completa autonomía, bajo el domino persa.

Uno de los papiros de doble fecha descubierto en la colonia Judía de Elefantina, Egipto (ver t. III, pp. 106-111), fue escrito en el año de ascensión al trono de Artajerjes en enero del 464 a. C. Este es el único documento judío de ese año que se conozca. Comparándolo con otros registros antiguos, se puede deducir que, mediante el cómputo judío, el “comienzo de su reinado” o “año ascensiones” (ver t. II, pp. 141-143) comenzó después del Año Nuevo Judío de 465 a. C. y terminó en el siguiente Año Nuevo judío, en septiembre-octubre del 464 a. C. Entonces, su “primer año” (su primer año calendario completo) habría ido desde septiembre-octubre del 464 a. C. hasta septiembre-octubre del 463 a. C. El 7° año de Artajerjes se extendería entonces, desde el otoño (septiembre-octubre) del 458 a. C. hasta el otoño del 457 a. C. Las disposiciones del decreto no fueron llevadas a cabo hasta después de que Esdras volvió de Babilonia, lo que ocurrió entre julio y septiembre del 457 a. C. Ver en el t. III, pp. 103-108, un estudio de Esd. 7 y la precisión histórica de la fecha 457 a. C. como 7° año de Artajerjes. Ver un estudio completo del tema en S. H. Horn y L. H. Wood, The Chronology of Ezra 7 (Ed. rev. 1970).

Algunos sostienen que el edicto se dio en el año 444- 445 a.C registrado por Nehemías 2:1, el escritor nos dice que solicito al Rey dirigirse para reedificar la ciudad de sus padres en el año 20 del reinado de Artajerjes, pero esto no es posible ya que 13 años antes Esdras había recibido las cartas y los permisos de Artajerjes reiniciando y completando el edicto que ya habían dado Ciro (Esd 1:1-4) y Dario I (Esd 6:1-12), por lo tanto la orden ya se había dado cuando Nehemias solicito al rey ir a Jerusalem a apoyar la obra de reconstrucción que ya venía dándose, desde el año 457 a.C como vimos anteriormente, la razón por la cual Nehemias hace la solicitud fue el período de la rebelión de Megabises, parece que fueron pocas las noticias fidedignas que llegaron hasta Nehemías, aunque quizá hubiera oído rumores de un ataque samaritano contra Jerusalén y de la destrucción de parte del muro recién construido de la ciudad, retrasando en gran parte la obra que ya había comenzado Esdrás y los repatriados años atrás. La rápida reconstrucción no sólo se debió al gran entusiasmo de los dirigentes y del pueblo, sino también al progreso que sin duda se había logrado en tiempo de Esdras y de otros, antes de que los samaritanos destruyeran parcialmente el muro.

Mesías Príncipe… Heb. mashíaj, del verbo mashaj, “ungir”. Por lo tanto, mashíaj describe a un “ungido” tal como el sumo sacerdote (Lev_4:3, Lev_4:5, Lev_4:16), los reyes de Israel (1Sa_24:6, 1Sa_24:10; 2Sa_19:21), Ciro (Isa_45:1), etc. La versión griega de Teodoción traduce la palabra mashíaj literalmente, Jristós, palabra que viene del verbo jrío, “ungir”, y por lo tanto significa sencillamente “ungido”. “Cristo” es una trasliteración de jristós. En la historia judía posterior se aplicó el término mashíaj al Libertador esperado que habría de venir (ver Joh_1:41; Joh_4:25-26).

Daniel predijo que el Mesías Príncipe anhelado por tanto tiempo habría de aparecer en un tiempo especificado. A este tiempo se refirió Jesús cuando declaró: “El tiempo se ha cumplido” (Mar_1:15; DTG 200). Jesús fue ungido en ocasión de su bautismo en el otoño [del hemisferio norte] del año 27 d. C. (Luk_3:21-22; Act_10:38; cf. Luk_4:18).

Siete semanas… En el año 15 de Dario II es decir en el año 3592 (años persas) o 408 a.C terminaron las primeras siete semanas mencionadas en la profecía de Daniel. Cuarenta y nueve años transcurrieron desde la reforma civil y religiosa iniciada por Esdras en el 457 a.C, continuada por Nehemias en el año 20 de Artajerjes (Neh 2:1-5) interrumpida ese mismo año, después de terminada la muralla en 52 días (Neh 6:15 y Esd 4:21-23) y otra vez interrumpida en el año 432 a.C (32 de Artajerjes) debido al regreso de Nehemias a Babilonia (Neh 13:6) La obra de restauración fue continuada otra vez a su regreso a Jerusalem, hasta su culminación en el año 408 a.C. Dando asi cumplimiento a la profecía de Daniel.

Cronología de las primeras siete semanas:

1. 457 a.C – El rey Artajerjes, en su séptimo año concedió permiso al sacerdote Esdras para ir a Jerusalem para restaurarla en su aspecto civil y religioso.

2. 444 a.C – trece años después Artajerjes en su año veinte concedió permiso a Nehemías para ir a Jerusalem, a levantar la muralla y reedificar la ciudad (Neh 2)

3. 444 a.C – Nehemias reconstruye la muralla de la ciudad en 52 dias, no obstante las dificultades y obstáculos presentados por sus enemigos (Neh 6:15)

4. 432 a.C – Nehemias regresó a Babilonia, cumplido el tiempo señalado por éste al rey Artajerjes, doce años atrás, en el año 32 de su reinado. (Neh 2:6; 13:6-7)

5. Un tiempo después, no sabemos si en el mismo año 432 a.C. Nehemias pidió permiso al rey para regresar otra vez, a Jerusalem y continuar con su obra reformadora (Neh 13:7:31)

6. Terminación de la construcción de los muros y la plaza en el año 408 a.C

La obra de reedificación de Nehemías consistió de tres partes:

a. Construcción de los portales del templo, la construcción de la muralla de la ciudad, y

b. la construcción de su propia casa (Neh 2:8)

c. La edificación interior de la ciudad estuvo a cargo de los habitantes de la ciudad, quienes tenían la responsabilidad de construir sus propias viviendas (Hageo 1:9)

En esta profecía se consideran dos aspectos de aspectos concernientes a Jerusalem: restaurar y reedificar, el primer aspecto fue el de restaurar el aspecto civil y religioso, con la obra de Esdras restaurando primeramente el culto y las leyes Judaicas y luego restaurando todo lo concerniente al aspecto civil, luego reedificar los edificios, los muros y las casa de la ciudad, cumpliendo así las palabras dichas por el Ángel. Los libros de Esdras, Nehemías, Ageo y Zacarías confirman el cumplimiento de esta profecía. (La cronología de las antiguas Escrituras y algo más.)

Sesenta y dos semanas… La forma natural de calcular estas semanas es considerarlas como consecutivas, es decir que las 62 semanas comienzan al finalizar las 7 semanas. Estas divisiones componen las 70 semanas, mencionadas en el Dan_9:24 de esta manera: 7 + 62 + 1 = 70. Respecto a la última semana, ver com. Dan_9:27.

Comenzando en el otoño (septiembre-octubre) del 457 a. C., cuando entró en vigencia el decreto, las 69 semanas proféticas, o 483 años, llegan hasta el bautismo de Jesús en el año 27 d. C. Se ha de notar que si se hubieran computado los 483 años comenzando del principio del 457 a. C., se hubieran extendido hasta el final del año 26 d. C., porque el período de 483 años requiere 457 años a. C. completos más 26 años d. C. completos. Puesto que el período comenzó muchos meses después del comienzo de 457 a. C., habría de terminar el mismo número de meses después del fin del 26 d. C., es decir el 27. Esto se debe a que los historiadores (a diferencia de los astrónomos) nunca cuentan un año cero (ver t. 1, p. 187). Algunos se han preguntado cómo Cristo pudo haber comenzado su obra en 27 d. C. cuando el registro dice que tenía alrededor de 30 años cuando comenzó su ministerio público (Luk_3:23). Esto se debe a que cuando se calculó por primera vez la era cristiana, hubo un error de unos cuatro años. Es evidente que Cristo no nació en el año 1 d. C. puesto que cuando nació todavía vivía Herodes el Grande, y Herodes murió en el año 4 a. C. (Mat_2:13-20).

Algunos expositores modernos interpretan de una forma completamente diferente estos períodos. El “mesías” es identificado como Ciro, Zorobabel o el sumo sacerdote Josué (ver Esd_3:2; Zac_3:1, Zac_3:3; Zac_6:11-13). Algunos consideran que “la orden para restaurar y edificar a Jerusalén” es la profecía dada por medio de Jeremías de que Jerusalén sería reconstruida (Jer_29:10). Esos expositores creen que esta “orden” se puso en vigencia en 586 a. C., el año de la destrucción de Jerusalén, y que las “siete semanas”, o sea 49 años, llegan aproximadamente hasta el decreto de Ciro. Además esos expositores mantienen que las 62 semanas, o 434 años, llegan hasta la era de los Macabeos. El pacto de la septuagésima semana lo entienden como la unión de Antíoco con los judíos apóstatas. Traducen “a la mitad de la semana” (Dan_9:27) como “media semana” (ver com. Dan_9:27) y aplican la “media semana” a la profanación del templo hecha por Antíoco desde 168 hasta 165 a. C. (1Ma_1:54; 1Ma_4:52-53). Los traductores de esta escuela de interpretación usan otra puntuación posible en Dan_9:25 para favorecer esta idea.

Como ya lo hemos demostrado, sólo una distorsión de las cifras cronológicas permite que esos expositores lleguen a los acontecimientos que según ellos cumplen los requisitos proféticos. Cuando esas cifras se aplican. a Cristo, su ministerio y su muerte, y la predicación del Evangelio a los judíos, se logra una perfecta sincronización. Ver com. Dan_8:25.

Otra de las objeciones más conocidas y comunes es la diferencia entre el calendario lunar y la forma en la que los Judíos computaban el año y nuestro año solar Gregoriano, ya que el calendario Judío para el computo de la profecía constaba de 360 días mientras que el calendario Gregoriano solar consta de 365 días, lo que implicaría una diferencia importante al computar los años de la profecía, El primitivo calendario hebreo, tal como aparece en la Biblia, estaba admirablemente bien adaptado a las necesidades de un pueblo que carecía de relojes, calendarios impresos y, hasta donde lo sepamos, de astronomía. Se basaba en principios sencillos: el comienzo del día era a la puesta del sol, las semanas se contaban en forma continuada con siete días cada una, el mes comenzaba con la luna nueva, y el año era regulado por la cosecha.

Los antiguos no tenían un punto fijo como un año antes de Cristo y un año después de Cristo. Pero no por eso estaban desprovistos de otras referencias estables y fijas para contar los años. En sus referencias más cortas, solían contar los años teniendo como punto de partida el comienzo del reinado de los reyes extranjeros y de Israel mismo. También parecen haber llevado una computación fija en años solares corrientes de 360 días más 30 adicionales al concluir el período de 6 años en un año sabático, según ya vimos. El reloj de sol que tenían y que marcaba la diferencia en la sombra (2 Rey 20:11) no les dio, se ve, como para medir en forma exacta 365 días y fracción. En el caso del calendario solar corriente de 360 días debían ajustarlo de nuevo en el otoño de la cosecha que seguía al año sabático. Eso les permitiría referirse en forma equivalente al segundo o tercer año, o quinto, etc., en referencia al año sabático (véase Lev 25:9-10,20-22; 2 Rey 19:29).

Debe notarse que en todos estos diferentes métodos de calcular los años, la unidad de medida era evidentemente el año lunar de 12 meses, corregido periódicamente para corresponder con el año solar o de las estaciones mediante la intercalación de un 13er. mes. El año común de 12 meses constaba de 354 días; pero la corrección hecha para armonizar con la Luna exigía algunas veces un año de 355 días, mientras que la corrección periódica para lograr la armonía con el año solar exigía la adición de otro mes y el alargamiento de ciertos años a 383 ó 384 días. Esta corrección, aplicada en forma regular para corresponder con la cosecha de la cebada, nunca permitía que el año se alejara más de un mes de su coordinación con las estaciones. Por eso el número de años del calendario judío de un largo período, siempre equivalía, como ya se ha señalado, al número de años solares, según las estaciones.

Para computar otras profecías más extensas Dios le dio a Daniel como referencia un calendario fijo de 360 días con 12 meses regulares de 30 días cada uno (Dan 7:25; 12:7; Apoc 11:2-5; 12:6,14; 13:5). ¿Cómo habrán hecho para coordinar el calendario solar corriente de 360 días con la luna y el sol? Eso puede ser materia de discusión. Aquí sugerimos algunas pautas que podrán servir, a la hora de tener que explicarle la cronología bíblica y profética a alguien que está confundido porque no sabe qué hacer con esas cifras proféticas que dan al año un valor de 360 días, ante un calendario lunisolar como era el de los israelitas (354 días y fracción), y ante el año solar astronómico y determinado científicamente de 365 días y 5 hs. por el que se iban a regir las cosechas.

Ya en la época del rey Acaz llevaban la cuenta, según se ve, del movimiento del sol con un reloj que medía el recorrido de la sombra durante los días (2 Rey 20:11). Por Daniel y Juan sabemos que el año solar vigente (o corriente entre los judíos) duraba 360 días. Si iban a querer ajustar esos 360 días al año solar astronómico dentro del período de 6 años, les iban a faltar 31 días y fracción. ¿Cuál año elegir para agregarle un mes más? Indudablemente el año sabático, luego de concluida la sexta cosecha, más definidamente en relación con el mes lunar de Adar (el doce), antes del comienzo de la séptima cosecha que en ese año no tenía lugar porque era el año sabático (no se sembraba ni se cosechaba).

En la época de los reyes, los años de reinado los computaban haciéndolos partir, como veremos más tarde, en el comienzo del otoño del calendario lunar que caía en el séptimo mes. ¿Para qué servía, entonces, ese calendario solar corriente de 360 días rígidos? Para referencia adicional que pudiera ayudarles en cómputos que requerían cifras más estables ya sea para los negocios o para poder computar mejor ciertos hechos históricos (sin necesidad de tener que sacar tantas cuentas). Así como a la hora de computar proféticamente los tiempos indicados por el Señor se requerían cifras fijas y estables para evitar la especulación y caer en la anarquía interpretativa, así también para otros menesteres tales cifras les permitirían a los antiguos contabilizar o regularizar mejor ciertas actividades anuales.

Por lo tanto cuando se dice que el año profético consta de 360 días debe entenderse de forma simbólica, una manera de Dios de estandarizar el tiempo para que calcular las fechas no se convirtiera en todo un problema en especial, cuando la profecía de tiempo más larga de la biblia llega tan lejos como 1800 años después de Cristo.

Tórnarase a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos… El libro de Nehemías registra los difícil que fue reconstruir las muros y la plaza de la ciudad ya que los Samaritanos decidieron hacerles la guerra, tanto así que los edificadores trabajaban con una sola mano y con la otra sostenían la espada. (Neh 4:17)

Dan 9:26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, y no por sí: y el pueblo de un príncipe que ha de venir, destruirá a la ciudad y el santuario; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra será talada con asolamientos.

Después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías… al cumplirse los 483 años cuando Jesús es ungido para comenzar su ministerio en el año 27 d.C, justamente el mismo Cristo da testimonio del cumplimiento de este tiempo (Mar 1:15), es muerto y crucificado por el mismo pueblo judío.
 
Nótese que el ángel, específica que es después de haberse cumplido las primeras 69 semanas que se quita la vida al Mesías, lo que claramente demuestra que la crucifixión, muerte y resurrección de Cristo se encuentran incluidas en la última semana, la semana numero setenta.

La palabra para después es Akjar que significa después de, atrás de, pasado de, posterior a. Lo que no deja dudas sobre que la muerte del Mesías no sucede dentro de las primeras 69 semanas sino después de cumplidas, es decir posterior a la fecha del 27 d.C lo que concordaría con la muerte de Cristo 3 años y medio después en el año 31 d.C

No por si… (Ver Isa 53) Cristo fue condenado siendo inocente, no tenía ninguna culpa y aun así, fue condenado a muerte, cumpliendo las palabras del ángel al describir que el Mesías siendo inocente seria muerto por manos de otros.

Y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá a la ciudad y el santuario… La palabra utilizada es Naguid, lo que difiere drásticamente de las otras veces en las Daniel se ha referido a príncipe (Dan 10:13) utilizando la palabra Sar. El significado de esta palabra está relacionado con el aspecto militar de un comandante o general de un ejército, por lo que la expresión “destruirá la ciudad y el santuario” aclara el significado y apunta hacia el general Tito en el año 70 d.C cuando comandando al ejercito Romano, sitio la ciudad de Jerusalem y tal cual fue predicho destruyo la ciudad de Jerusalem y el templo no dejando más que ruinas. El Señor Jesús se refirió a esta profecía al predecir también la destrucción de Jerusalem. (Mat 24:2; 15)

Con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra será talada con asolamientos… Así como Daniel predice que al principio de la profecía se daría la orden de reconstruir Jerusalem al final de las setenta semanas Jerusalem seria nuevamente destruida, tal como predice la profecía Jerusalem fue destruida como por una inundación, el ejército de Tito irrumpió en la ciudad y destruyo todo lo que encontró a su paso, Jerusalem fue asolada y talada hasta sus cimientos por los soldados romanos.

Dan 9:27 Y en otra semana confirmará el pacto a muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda: después con la muchedumbre de las abominaciones será el desolar, y esto hasta una entera consumación; y lo determinado será derramado sobre el desolador.

Y en otra semana…La última semana de la profecía, la septuagésima semana comenzó en 27 d. C. al iniciarse el ministerio público de Cristo en ocasión de su bautismo. Se extendió más allá de la crucifixión en “la mitad de la semana”, ocurrida en la primavera (marzo-abril) del 31 d. C., hasta el rechazo de los judíos como pueblo del pacto, en el otoño del 34 d. C. (490 años después de 457 a. C. nos lleva al 34 d. C.; ver com. Dan_9:25 en cuanto a la manera de hacer cómputo). La “viña” fue entonces arrendada “a otros labradores” (Mat_21:41; cf. Isa_5:1-7; CS 375, 462). Durante unos 31/2 años las autoridades de Jerusalén toleraron la predicación de los apóstoles, pero finalmente su rencor se tradujo en el apedreamiento de Esteban, el primer mártir cristiano, y la persecución general que se desató entonces contra la iglesia. Hasta ese tiempo los apóstoles y otros misioneros cristianos parecen haber limitado mayormente sus actividades a las proximidades de Jerusalén (ver Act_1:8; Act_8:1).

Puesto que las 70 semanas, o 490 años, son parte del período más largo de 2.300 años y puesto que los primeros 490 años de ese período se extienden hasta el otoño del 34 d. C., es posible calcular la fecha de la terminación de los 2.300 años. Sumando a 34 d. C. los 1.810 años restantes de los 2.300 años se llega hasta el otoño de 1844 cuando el santuario debía ser “purificado” (ver com. Dan_8:14).

Adviértase también que el cumplimiento de las predicciones de la profecía de las 70 semanas era para “sellar la visión” (Dan_9:24), es decir la visión del período más largo de los 2.300 días (ver com. Dan_9:21). El cumplimiento preciso de los acontecimientos predichos para la septuagésima semana, que están relacionados con el ministerio y la crucifixión de nuestro Señor, nos da una prueba incontestable de la certeza de los acontecimientos al final de los 2.300 días.

Confirmará el pacto a muchos… La persona de quien se habla aquí es el Mesías de los versículos anteriores. Si se interpreta así el versículo, la profecía de las 70 semanas o 490 años aparece como una unidad coherente y continua. Las declaraciones hechas hallan un cumplimiento exacto en tiempos del Mesías.

La confirmación del pacto de hizo a travez del derramamiento de la sangre del Mesias (Jer 31:33; Mal 3:1; Heb 12:24; Heb 13:20) por lo tanto la confirmación del pacto se dio por la sangre derramada del mesías. (Heb 9:16-17) Lo que confirma que la última semana hace parte de la línea de acontecimientos y no está separada como algunos sostienen.

Y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda… Si la semana como ya hemos visto representa 7 años en la profecía, quiere decir que 3 años y medio después del bautismo de Cristo se haría cesar el sacrificio y la ofrenda, La mitad de la semana sería la temporada de la pascua del 31 d. C., 3 /2 años después del bautismo de Cristo en el otoño del 27 d. C. Esto se encuentra confirmado cuando el velo del templo se rasgó en dos al morir Cristo en la cruz, terminando así con los sacrificios y las ofrendas por el pecado. (Mat 27:51; Heb 9:23; Col 2:14-15)

Después con la muchedumbre de las abominaciones será el desolar, y esto hasta una entera consumación; y lo determinado será derramado sobre el desolador… Literalmente, “ala”. Aquí se representa poéticamente al desolador como llevado sobre el ala de las abominaciones. Esto se refiere, a lo menos en parte, a los horrores y las atrocidades que los romanos cometieron contra la nación judía en el año 70 d. C. Hasta que la nación Judía fue enteramente destruida y los judíos dispersados por toda la tierra, el ángel, incluso infiere el castigo final sobre Roma “el desolador” al decir que lo determinado seria finalmente derramado sobre este imperio. (Dan 8:25; Dan 11;45; Apoc 17:17; Apoc 18:8; 19)

domingo, 7 de febrero de 2016

Daniel 2 : El futuro del mundo revelado.

Nabucodonosor, rey de Babilonia, tuvo “pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir” y Dios le reveló “lo que ha de acontecer en los postreros días.” Dan. 2:29, 28.

El sueño del futuro

El profeta Daniel recibió de parte de Dios el mismo sueño y su interpretación, como vimos en el tema anterior. Daniel se presenta ante el rey y comienza a relatarle el sueño.
La imágen en el sueño de NabucodonosorEn el sueño el rey vio una gran imagen de metales cuya gloria era muy sublime pero tenía un aspecto terrible. La cabeza de la imagen era de oro. Pechos y brazos eran de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas dehierro y los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido. Entoncesuna piedra fue cortada, no con mano, e impactó en los pies de la imagen. De esta manera fue desmenuzada toda la imagen completa, y fue como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de los metales quede rastro alguno. “Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha una gran montaña que llenó toda la tierra.” Dan. 2:31-35.
  • Con seguridad Nabucodonosor estaba sumamente asombrado que Daniel pueda contarle su sueño detalladamente. Esto le dio la seguridad que también le pueda dar la interpretación correcta. Si Daniel no le hubiese contado el sueño correcto, el rey Nabucodonosor le hubiese enviado a la muerte segura.

El eterno reino de DiosLa interpretación del sueño para Nabucodonosor

Daniel comienza explicando a Nabucodonosor que él es la cabeza de oro. Y que tras su reino (Babilonia), vendrán otros tres reinos inferiores al suyo, representados por la plata, el bronce y el hierro. Entonces le explica que después de estos cuatro reinos vendrá un reino dividido, representado por los pies de la imagen. Y que ese reino dividido será en parte fuerte y en parte frágil, y que se mezclarán mediante alianzas humanas, pero no se unirán. Daniel termina explicando que la piedra no cortada con mano, de la fase final de la historia de la imagen, que desmenuzará todos estos reinos, representa el eterno reino de Diosque jamás será destruido, ni dejado a otro pueblo. Dan. 2:36-45.
Daniel interpretando el sueñoNabucodonosor estaba feliz y conforme con esta explicación. El ya conocía el futuro. Sabía que después de él vendrán otros tres reinos inferiores al suyo, luego un reino dividido en parte fuerte y en parte frágil, que se mezclarán con alianzas humanas pero que no se unirán, como el hierro no se mezcla con el barro y que entonces vendrá el eterno reino de Dios que pondrá fin a todos estos reinos terrenales. Más no necesitaba entender el rey de Babilonia en su época.

  • El rey reaccionó humillándose ante Daniel y reconociendo que el Dios de los hebreos es el verdadero Dios, “Dios de dioses, y Señor de los reyes.”
Entonces engrandeció a Daniel y le dio muchos dones y honores “y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia.” Los tres amigos de Daniel (Sadrac, Mesac y Abed-Nego) fueron puestos sobre los negocios de la provincia de Babilonia, gracias a la solicitud de Daniel. “Y Daniel estaba en la corte del rey”. Vea Dan. 2:46-49.

La interpretación del sueño para nosotros

Nosotros, que vivimos aproximadamente 2600 años después de Daniel y Nabucodonosor, tenemos mucha más información acerca de la secuencia de estos reinos, gracias a la historia ya pasada. Para ellos, casi todo el sueño eraprofecía (historia predicha), para nosotros, casi todo el sueño es historia (profecía cumplida). Para ellos la “verdad presente” era era la cabeza de oro y para nosotros la “verdad presente” son los dedos de los pies de la imagen. Ellos estaban al comienzo y nosotros al final del sueño.

Babilonia la cabeza de oro (605 a.C. – 539 a.C.)

Ya sabemos que la cabeza de oro representa al imperio de Babilonia. Dan. 2:37, 38. ¿Pero por qué la secuencia de los reinos comienza justamente con este reino? Pues fue Babilonia el primer reino establecido en el mundo después del diluvio, como estudiamos en temas anteriores. Recuerde a Nimrod y la torre de Babel en la tierra de Sinar, etc. Vea Gén. 10:8-12. ¿Por qué Babilonia es representada con el oro? El oro era muy común en Babilonia. Hay pasajes bíblicos que relacionan a ese reino directamente con el oro. Vea. Isaías 14:4, Jer. 51:7 y Apocalipsis 17:4, 5. Los historiadores identifican a Babilonia o Babel también con “la edad de oro”. “Historia del mundo” de R. Flenley y W.N. Weech, Editorial Iberia, pág. 29. ¿Quién conquistó a Babilonia?

Medo Persia los pechos y brazos de plata (539 a.C. – 331 a.C.)

La imágen con pechos y brazos de plataDaniel describe en el capítulo 5 de su libro la caída de Babilonia. Fue durante una tremenda fiesta pagana del último rey de Babilonia (Belsasar) – con borrachera, orgía y todo tipo de idolatría, contaminando los vasos sagrados que fueron robados del templo de Dios en Jerusalén – que los medopersas invadieron y conquistaron a Babilonia, matando a su rey Belsasar. Durante la abominable fiesta, Dios escribió en lo encalado de la pared un mensaje que los magos y adivinos de Belsasar no pudieron descifrar. Finalmente llamaron a Daniel, que en ese momento ya era un anciano de aprox. 90 años, para que revele el mensaje. Dan. 5:1-7, 11-13.
Daniel dijo: “La escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas…la misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.”Dan. 5:25-31.
Los medos se unieron bajo el rey persa Ciro y conquistaron juntos a Babilonia. “Los medos aceptaron el gobierno de Ciro tras breve forcejo. Eran gentes de lengua aria y sus nobles pasaron rápidamente al servicio de Ciro, ayudándole a extender <>”. “Historia del mundo” de R. Flenley y W.N. Weech, Editorial Iberia, pág. 84, 85.
Alcides Parejas Moreno describe en su libro de historia, lo que vimos en el “tema número 8”. Recuerde además Jer. 50:17; 51:11; Is. 13:1, 17-22.
“Después de la muerte de Salomón el pueblo judío se dividió (975 a.C.) en dos: el Reino de Israel, al Norte, con Samaria por capital, y el de Judá, al Sur, con Jerusalén por capital. Estos dos reinos vivieron en constante guerra civil, de lo que se aprovechó Asiria para destruir el reino de Israel (721 a.C.) y un poco más tarde Judá fue conquistada por los caldeos que destruyeron el templo… los persas conquistaron a los hebreos y les permitieron reconstruir su templo…” “Historia del Hombre” de Alcides Parejas Moreno, Editorial, Don Bosco. pág. 90.
Ese último detalle que he subrayado, ocurrió cuando los Medo-Persas conquistaron a Babilonia, liberando a los hebreos de su mano, permitiéndoles reconstruir su ciudad Jerusalén y su templo. Estos hechos veremos en otro tema con más detalle.
Los dos brazos de plata representan perfectamente la alianza entre los medos y los persas. ¿Por qué el Imperio Medo-Persa es representado con la plata? Porque fueron justamente los medopersas que comenzaron con el uso de plata para las monedas en el intercambio comercial. Fue el rey Darío I quien era el primero en acuñar monedas de plata. Vea http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_aqueménida.
¿Quién conquistó a los Medo-Persas?

Grecia el vientre y los muslos de bronce (331 a.C. – 168 a.C.)

Daniel recibe en el capítulo 8 de su libro una visión que incluye la descripción de la caída de Medopersia por mano de los griegos. La visión presenta primeramente a un carnero con dos cuernos. Entonces presenta a un macho cabrío con un cuerno notable entre sus ojos, que ataca al carnero con la furia de su fuerza, quebrando sus dos cuernos. Dan. 8:2-7. Después llega el ángel Gabriel y le explica la visión a Daniel diciendo: “En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.” Dan. 8:20, 21.
Alejandro MagnoEse cuerno notable (rey primero) que atacó y venció a los Medo-Persas fue el gran conquistador Alejandro Magno que conquistó el mundo antiguo formando el imperio de Grecia. Veamos unas citas históricas:
“Al Este de las tierras griegas había surgido un pujante Imperio: el persa. Este imperio al expandirse hacia el Oeste había chocado con las posesiones griegas del Asia Menor, que fueron sometidas por el rey persa Darío… Este fue el motivo para el inicio de una guerra entre griegos y persas o menos… los griegos derrotaron a los persas… Alejandro, un joven de 20 años que había sido educado por Aristóteles. Después de mantener el control sobre Grecia, se lanzó a la conquista del mundo… Después de someter todo el Imperio persa, se dirigió al Oriente…” “Historia del Hombre” de Alcides Parejas Moreno, Editorial, Don Bosco. pág. 97 – 99.
“Alejandro era el guerrero más grande del mundo antiguo. Derrota de Darío. Alejandro siguió batiendo a los generales… persas de Darío con rapidez sorprendente.” “Historia del mundo” de R. Flenley y W.N. Weech, Editorial Iberia, pág. 146.
¿Por qué Grecia es representado por el bronce? Los griegos fueron los que utilizaron el bronce en las armaduras de sus soldados. Incluso los historiadores identifican a Grecia acertadamente como la “Edad del Bronce”. “Historia Universal”, Editorial Oceano, P. 174. ¿Quién conquistó a los griegos?

Roma las piernas de hierro (168 a.C. – 476 d.C.)

Legión RomanaEl Imperio Romano conquistó a los griegos.
“Estamos en pleno período de decadencia del pueblo griego, que terminó convirtiéndose… en una provincia romana con el nombre latino de Acaya… Roma conquistó Galia, España, Macedonia, Grecia y Siria. Tenía el completo dominio del Mediterráneo.” “Historia del Hombre” de Alcides Parejas Moreno, Editorial, Don Bosco. pág. 100, 117.
¿Por qué Roma es representado por el hierro? Los romanos fueron los que utilizaron el hierro en las armaduras de sus ejércitos, las famosas legiones.
Jesús vivió y murió bajo este terrible reino que desmenuzaba y quebraba todo. Loe hebreos eran degradados a una provincia tributaria del Imperio Romano. En su territorio gobernaban los romanos Poncio Pilato y Herodes. Fueron soldados romanos que pegaron a Cristo, le pusieron una corona de espinos, repartieron sus ropas, le crucificaron, metieron una lanza en su costado, y vigilaron finalmente su tumba hasta su resurrección.
¿Quién conquistó a los romanos?

Las tribus bárbaras los pies y dedos de hierro y barro (476 d.C. – hoy)

Fueron las tribus bárbaras que hicieron caer al Imperio Romano. Veamos como lo describen los historiadores.
“A partir del siglo II d.C. tribus bárbaras empezaron a movilizarse en las fronteras del Imperio. Ya en el siglo IV constituyeron una grave amenaza, pues el año 410 saquearon la ciudad de Roma. En el siglo siguiente los hunos, pueblo asiático, se lanzó contra Roma. Y, por último, el año 476 el jefe germano Odoacro obligó al emperador romano a abdicar, hecho que marca el fin de la Edad Antigua.” “Historia del Hombre” de Alcides Parejas Moreno, Editorial, Don Bosco. pág. 120.
“Invasiones y reinos bárbaros. Al este se hallaban los godo, en el centro los vándalos y lombardos y hacia el Oeste los francos, alamanes, anglos y sajones, por mencionar sólo unas cuantas de las muchas tribus y subtribus. No podemos decir con precisión lo que las llevó a presionar cada vez más el Imperio romano… Y una ve los bárbaros en la frontera romana, el señuelo de tierras más cálidas, la riqueza y la debilidad del Imperio los incitaron.” “Historia del mundo” de R. Flenley y W.N. Weech, Editorial Iberia, pág. 292.
“La <> del Imperio Romano. Los inicios de la época bárbara… la invasión de los bárbaros: <>… al este… estaban los godos, divididos en ostrogodos y visigodos; en el centro y oeste, los vándalos… burgundios… suevos, alamanes… y francos… al norte… se encontraban los anglos… sajones y lombardos…” “Historia Universal”, Editorial Oceano, P. 264, 265.
Recuerde que después de las piernas de hierro (el Imperio Romano) vendría “un reino dividido” representado por los 10 dedos de los pies. Dan. 2:41, 42. Lo impresionante es que en el momento de la caída del Imperio Romano en el año 476 d.C. había exactamente 10 tribus bárbaras sobre el territorio romano.

1)
Los AnglosajonesInglaterra
2)
Los FrancosFrancia
3)
Los Germanos (Alamanes)Alemania
4)
Los LombardosItalia
5)
Los SuevosPortugal
6)
Los VisigodosEspaña
7)
Los BurgundiosSuiza
8)
Los OstrogodosFueron destruidos
9)
Los HérulosFueron destruidos
10)
Los VándalosFueron destruidos
Las tribus bárbaras que no fueron destruidas se convirtieron con los siglos en países europeos de la actualidad. Las “tribus destruidas” (Ostrogodos, Hérulos y Vándalos) analizaremos en otro tema.
La profecía decía que será un reino dividido, en parte fuerte y en parte frágil, que se mezclarán por medio de alianzas humanas y que no se unirán como el hierro y el barro no se mezcla. Dan. 2:41-43.

Un reino dividido

Efectivamente esta fase de la historia, después de los 4 imperios (Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma) ha sido siempre un reino dividido en varias tribus bárbaras, tal como lo indica el detalle de los 10 dedos de los pies y “la mezcla de hierro y barro”, cuando todos los reinos anteriores eran consistentes y representados siempre de un solo metal completo (oro, plata, bronce, hierro).

En parte fuerte en parte frágil

Tal como indica la descripción bíblica, este reino dividido será en parte fuerte y en parte frágil, tal como lo representa la mezcla de hierro y barro. En la historia de las tribus bárbaras, durante los siglos hasta los países europeos que conocemos hoy en día, siempre había tribus o países fuertes como también frágiles. Y esa situación cambiaba con cierta frecuencia dependiendo de alianzas, guerras, victorias y derrotas, etc.

Se mezclarán por medio de alianzas humanas

La siguiente lista fue realizada en el año 1908, pocos años antes de la primera guerra mundial. Es una muestra de cómo las casas reales de este “reino dividido europeo” se mezclaron por medio de alianzas humanas (matrimonios, etc.). Al mismo tiempo estaban entrelazadas las siguientes naciones: Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Grecia, Noruega, España, Rusia, Suecia, Austria, Italia, Portugal.
1. Eduardo VII de Inglaterra era:
Tío de Guillermo II, Keiser de Alemania.
Cuñado de Federico VIII de Dinamarca.
Cuñado de Jorge I de Grecia.
Cuñado de Haackon VII de Noruega.
Tío de Victoria, reina de España.
2. Federico VIII de Dinamarca era:
Hermano de Jorge I, rey de Grecia.
Hermano de Haackon VII de Noruega.
Cuñado de Eduardo VII de Inglaterra.
Tío de Nicolás II, rey de Rusia.
Sobrino de Oscar II, (Por matrimonio) rey de Suecia.
3. Alfonso XIII rey de España era:
Sobrino de José I, emperador de Austria.
Sobrino (Por matrimonio) de Eduardo de Inglaterra.
4. Guillermo II, emperador de Alemania era:
Sobrino de Eduardo VII, rey de Inglaterra.
Cuñado de Constantino, príncipe de Grecia.
5. Víctor Manuel II, rey de Italia era:
Primo de Carlos I de Portugal.
Fuente: “El parentesco de los reyes de Europa”
en la revista “El centinela”, diciembre 1959.
De nada sirvieron sus lazos humanos como demuestra la primera y la segunda guerra mundial. Dios conoce el futuro. Es por eso que dijo: “Pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro”. Dan. 2:43.

No se unirán el uno con el otro

Pies de barroFueron varios los intentos de recrear un imperio unido como lo fueron los primeros cuatro (Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma).
  • Carlomagno de Francia lo trató alrededor del año 768 d.C.
  • Carlos V de España lo trató alrededor del año 1520 d.C.
  • Napoleón de Francia lo trató alrededor del año 1810 d.C.
  • Hitler de Alemania trató alrededor del año 1942 d.C.
  • La Unión Europea lo está tratando desde el año 1957 d.C.
La Unión Europea es el intento más reciente de unificar los países divididos europeos. Se están esforzando bastante. Pero siguen divididos intensamente en lo político, económico y social. Incluso llaman su esfuerzo “Unión Europea”. Pero sabemos, gracias a la profecía, que también este intento fracasará y se desintegrará en un cercano futuro pues “hierro no se mezcla con el barro”.

El reino eterno de Dios

Jesús y los ángelesAcerca de la parte final del sueño profético, de los dedos de los pies intentando y no pudiendo unirse dice la profecía:
“Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro.” Dan. 2:44, 45.
  • El hecho que la piedra es cortada “no con mano” significa que es una decisión de Dios. Ningún ser humano puede adelantar, retrasar o detener su Venida.
¡El reino eterno de Dios inicia con el retorno largamente esperado del Señor Jesucristo a esta tierra, predicho más de 300 veces tan solo en el Nuevo Testamento! ¡Será el fin de la historia humana idólatra, endurecida, decadente e inestable; y el inicio del reino justo de nuestro Creador! 2 Pedro 3:9-14.

Simbología adicional de la imagen

Dios representa mediante esta gran imagen terrible varios detalles adicionales, que son muy negativas, acerca de la historia humana desde el primer reino después del diluvio (Babilonia) hasta el fin de la historia humana (la segunda Venida de Jesús). Dan. 2:31.
  • Estatua de NabucodonosorIdolatría: En primer lugar nos muestra la historia del mundo desde el punto de vista idólatra. Pues todos los reinos de esta secuencia han sido terriblemente idólatras (los babilónicos, los medopersas, los griegos, los romanos y las tribus bárbaras hasta el fin). Vea por ejemplo: Dan. 5:4; 6:7, 8; Hech. 17:16; Ap. 9:20.
  • Decadencia: Además encontramos una decadencia de valores. La cabeza era de oro, el metal más valioso de los metales de la imagen. Luego viene la plata que es inferior en valor que el oro. A continuación viene el bronce que es aún menos valioso. Entonces viene el hierro que ya no vale casi nada y finalmente el barro que literalmente ya no vale nada.
  • Endurecimiento: Otro detalle interesante en la secuencia de los metales de la imagen es este. Los metales van endureciéndose consecutivamente comenzando con el oro de la cabeza, que es el metal más blando, hasta el hierro de las piernas, que es el metal más duro. Esto demuestra que los reinos y sus habitantes experimentan un endurecimiento constante.
  • Inestabilidad: Finalmente encontramos que el fundamento de la imagen es muy frágil e inestable, siendo el mismo una mezcla de hierro y barro que no se mezcla. La historia humana, apartada de Dios, no tiene un fundamento firme y está finalmente condenada a caer y derrumbarse.
El hecho curioso que “el hierro” (Roma) persiste de alguna manera, mezclado con barro, hasta el final de la historia humana es un detalle que estudiaremos en un estudio posterior.

La piedra

Como ya vimos, la piedra es un símbolo del eterno reino de Dios que pone fin a la historia idólatra humana con todos sus reinos e imperios cuando Jesucristo vuelva. La profecía dice que el reino de Diosdesmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.” Dan. 2:44.
Dios es representado en su Palabra en muchos lugares como la piedra o la roca. Salmos 18:2.
Acerca de nuestro Señor Jesús dice: “Todo el que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre quien ella cayere, le desmenuzará.” Luc. 20:18.
Aquí la Palabra de Dios utiliza a propósito la misma terminología de Daniel 2:44, refiriéndose a la venida de Cristo y la destrucción de los reinos terrenales, impíos e idólatras. Solo hay dos opciones.
1) Ser desmenuzados con los reinos terrenales cuando venga el Señor y perdernos, y desaparecer, con ellos por siempre.
2) O caer antes sobre “la piedra” que es Cristo Jesús y ser quebrantados simbólicamente como lo explica el siguiente versículo:
Jesús consuela“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.” Is. 57:15.
A estas personas se refiere Jesús cuando dijo en su sermón del monte: “Bienaventurados los pobres en espíritu [es decir los humildes y quebrantados de corazón], porque de ellos es el reino de los cielos”. Mat. 5:3.

Cristo viene pronto con su reino eterno

Cristo viene prontoAcerca de la venida de Cristo con su reino eterno y las señales que la preceden dice el Señor lo siguiente:
“Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. También les dijo una parábola: Mirad la higuera y a todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.” Lucas 21:28-32.

  • ¡Cristo viene pronto! ¡Vivimos en el final de la historia humana!
Todos los detalles de esta profecía se han cumplido detalladamente al pie de la letra. El único detalle que falta es el clímax de la historia humana: ¡La llegada de Jesús y el fin de este mundo malo y perverso! Tenemos que prepararnos para estar firmes y de pie cuando venga el Señor y poder ir a morar con él por la eternidad en su reino de amor y justicia. Luc. 21:36; 2 Ped. 3:11-14.
¡Podemos estar seguros que el último detalle que falta, se cumplirá igual que todo el sueño que ya se cumplió a la perfección!

Daniel terminó diciendo a Nabucodonosor: “El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.” Dan. 2:45.