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miércoles, 3 de febrero de 2016

Sobre la veracidad del Libro de Mormón.

Resultado de imagen de mormonEl Libro de Mormón:
¿Otro Testamento de Jesucristo?

“He aquí, quisiera exhortaros a que, cuando leáis estas cosas, si Dios juzga prudente que las leáis, recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres, desde Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas, y que lo meditéis en vuestros corazones. Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo; y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas.” (Moroni 10:3-5.)

Con el amor de Jesús deseo compartir la respuesta que Dios nos da respecto a las cosas escritas en el libro de Mormón. Con “un corazón sincero” se publicaron y "con verdadera intención" se han leído en el mundo por personas que reciben, meditan y preguntan a Dios sobre su contenido. El libro es presentado como "un volumen de escritura sagrada semejante a la Biblia. Es una historia de la comunicación de Dios con los antiguos habitantes de las Américas y contiene la plenitud del evangelio eterno." (Introducción V). Siendo que somos exhortados a preguntar a Dios sobre el contenido de este libro, las respuestas deben encontrarse también en la Biblia, la Palabra divina que ha perdurado por los siglos. (Isaías 28: 9-13; Mateo 24:35.)

La declaración del libro de Mormón reza que es otro testamento de Jesucristo, que fue entregado por un ángel del cielo a José Smith. La declaración de la Biblia está escrita así: "Mas aun si nosotros o un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema (condenado, maldito). Como antes hemos dicho, también ahora decimos otra vez: Si alguno os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema. (Gálatas 1: 8-9. Versión Reina Valera de 1910.)

Al presentarse estas dos declaraciones surge la pregunta: ¿Tiene el libro de Mormón origen divino, o es anatema? Todos tenemos derecho a saber la correcta respuesta. El libro de Mormón debe probar por sí mismo si es de Dios o no. Veamos su aspecto, estructura, contenido y juntos analicemos:

El libro de Mormón, en Alma 7:10, contiene una profecía diciendo que el Cristo nacería en Jerusalén. Pero la Biblia registra directa y puntualmente que el Cristo nacería en Belén de Judea (Miqueas 5:2; Juan 7:42.) Y fue en Belén que nació Jesús, confirmado detalladamente en Lucas 2:4-7; 11; 15-16.) El libro de Mormón no acierta con detalle el lugar del nacimiento y erróneamente generaliza la región diciendo que Jesús nacería en Jerusalén, lo cual no le da plenitud ni enfoque al nacimiento mesiánico descrito en la profecía y el evangelio bíblicos, pues no armoniza con lo que está descrito en la Biblia, antes lo limita y lo hace lucir contradictorio al mencionar: "nacerá en Jerusalén".

El libro de Mormón presenta a Cristo bautizando a la gente. En los evangelios se nos dice que Jesús no bautizaba, sino que envió a bautizar por todo el mundo a los creyentes de su doctrina. (Juan 4:1-2; Mateo 28:18-20.)
Helamán 14:20 dice que cuando Jesús murió, hubo tinieblas "durante tres días", que acabaron hasta que el Señor resucitó. La Biblia registra que hubo tinieblas sólo el mismo día de la crucifixión; desde el medio día, hasta las tres de la tarde. (Mateo 27:45; Marcos 15:33; Lucas 23:44.)

La ley de Moisés nunca pedía el uso de las primicias como holocaustos (Véase Números 18:17-18), pero Mosíah 2:3 del libro del Mormón presenta el requerimiento de ellas.

El libro Mormón en concordancia con las Sagradas Escrituras, enseña que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios. (2 Nefi 31:21; 3 Nefi 11:27; 36; Mormón 7:7; Alma 11:26-31), pero en el libro: "Enseñanza del profeta Smith" el mismo "traductor" del libro dice que hay tres dioses. Alma 18:26-28 dice que Dios es "un gran Espíritu", pero José Smith dice en su obra: "Doctrinas y convenios" que Dios el Padre tiene carne y huesos. La Biblia no apoya esta interpretación. (Juan 4:24.)

En el primer libro de Nefi (escrito aproximadamente en el año 600 antes de Cristo según Smith), aparece el relato de un judío, de padres judíos llamado "Lehi". Este tenía cuatro hijos, de los cuales uno tenía el nombre de "Sam" (1 Nefi 2:5.) Lehi escribió la cronología en "egipcio reformado" (1 Nefi 1:2.) Pero es notable descubrir que ninguno de los judíos escribían sus crónicas en egipcio reformado. El idioma con que todos los judíos escribieron sus crónicas inspiradas y registradas en la Biblia era el idioma hebreo, y además de esto, "Sam" es un apodo norteamericano y no hay registro de tal nombre en la antiguedad.

Los descubrimientos arqueológicos han fortalecido la veracidad de los relatos en la Biblia acerca de lugares, personas y acontecimientos. Pero el libro de Mormón menciona lugares, pueblos y acontecimientos que no se encuentran ni en la arqueología, ni en la geografía, y tampoco se mencionan en la Biblia, ni ella apoya sus relatos. Por ejemplo, nunca han existido ríos en Arabia, ni ahora, ni en toda la historia pasada que relata el libro del Mormón, y ningún río desembocaba en el mar rojo, pero el libro de Mormón en 1 Nefi 2:5-8 dice que había un "río que desaguaba en el mar rojo" llamado "Lamán; y el valle se extendía por las riberas del río y llegaba hasta cerca de su desembocadura".

En el libro de Omni, capítulo 1, verso 21, se menciona el ciclo lunar, presentando un "término de nueve lunas" conocido por el escritor. Pero se sabe muy bien que entre el año 279 y el año 130 antes de Cristo, este ciclo era desconocido para los israelítas. Sin embargo, el libro de Mormón declara que fue en este tiempo de la historia en que se escribió Omni 1:21. Todo esto nos lleva a la conclusión de que el libro de Mormón fue elaborado en un tiempo posterior al que presume haberse escrito.

Otro dato que apoya este argumento es que Lehi, quien vivió seis siglos antes de Cristo, profetizó más exactamente del Mesías que todos los profetas bíblicos del antiguo testamento (1 Nefi 10:4-11.) También mencionó "una iglesia" apóstata que despojaría "el evangelio del Cordero". Y habla de la existencia de varias "iglesias". Estas expresiones fueron conocidas después de mucho tiempo, con la difusión del idioma griego y no en el tiempo que señala la vida de Lehi. Ni siquiera el Apóstol Pablo define con tanto detalle la manifestación futura de la apostasía como lo hace Lehi, y Pablo sí escribió inspirado a la iglesia, después de la muerte de Cristo.

En el libro de Mormón encontramos expresiones de Dios llenas del yerro y la limitación humana, muy contrario a la perfección con que Dios habla en la Biblia. En 2 Nefi 3:14-16, leemos de un José que vivió entre los años 588 y 570 antes de Cristo. Este dijo que surgiría otro profeta como él, quien según el relato, "será semejante a mí" y su nombre será igual que el mío", o sea, se llamaría José. Dijo que este otro José sería su descendiente, y que "los que traten de destruirlo serán confundidos; porque se cumplirá esta promesa". Este descendiente de José, es José Smith, el supuesto traductor del libro de Mormón, aunque en la primera edición que Smith publicó en 1830, se puso el título de "autor". La expresión de "traductor" le fue puesta por los editores subsiguientes. La edición original no lleva escrito "traductor" sino, "autor".

La promesa de protección para el descendiente José Smith no se cumplió. Fue balaceado y muerto el 27 de Junio de 1844.

Además, el antiguo José también profetizó que sus descendientes no serían destruidos jamás. Estos descendientes eran los nefitas, de los cuales vendría José Smith (2 Nefi 3:16-18.) El error de este libro si es muy notable aquí, ya que en Mormón 6:11-15 y el capítulo 8:2-3, la promesa de proteger a toda aquella descendencia tampoco se cumplió. ¡Los nefitas fueron exterminados! José Smith debió entonces venir de la descendencia lamanita u otra raza, pero no de los nefitas quienes son los descendientes del antiguo José, y fueron exterminados. Lo más chasqueante es descubrir que José Smith pertenece a un árbol genealógico inglés; siendo entonces descendiente de los ingleses, no proviene de ninguna tribu norteamericana que el libro de Mormón menciona en esta falsa profecía.

El aspecto más resaltante en la "traducción" supuesta de este volumen, es que contiene libros muy antiguos con expresiones que no se usaban en aquellos tiempos. Hay libros de más de 600 años antes de Cristo, con expresiones de la versión de la Biblia que el rey Jacobo mandó realizar en el año 1611 después de Cristo. Por ejemplo, en Helamán 12:25-26 se citan las palabras de Juan 5:29 diciendo: "Pero leemos" "las palabras que dicen". Estas expresiones dan indicio que Smith escribió el versículo de Helamán, basado en lo ya escrito en el nuevo testamento después de Cristo. Pero el libro de Mormón fecha el escrito del supuesto Helamán, ¡siete siglos antes de Cristo!

Según el profeta Smith, el contenido del libro fue dado por un ángel que le señaló su ubicación. La escritura de las planchas era "egipcio reformado". Nadie vió las planchas cuando Smith las "traducía", a excepción de tres testigos que más tarde abandonaron la iglesia recién fundada por él. Aunque dos de estos tres testigos pensaron volver seriamente a apoyar las ideas de Smith, dieron mala evidencia de la veracidad de sus palabras. Y este es otro dato interesante: Los tres testigos dicen que vieron las planchas y su escritura, pero cuando comparamos el tamaño de las planchas que Smith describió con el "resumen" que escribió, nos damos cuenta que el contenido del libro ¡sólo podía caber en las planchas si las letras hubieran sido microscópicas! El microscopio era desconocido en esa época. Además de esto, nunca Dios entregó su mensaje inspirado de esa manera con los libros de la Biblia, todos ellos fueron inspirados mientras vivían sus escritores, junto al testimonio fiel de sus vidas consagradas a Dios y la palabra era confirmada por Dios mismo luego de ser predicada por sus siervos. No así con las raras planchas de Smith y sus tres amigos.

Si fuera verdad que Smith tradujo el libro de Mormón del egipcio reformado, bajo inspiración y poder para entender su contenido, no habrían expresiones modernas o de otros idiomas contemporáneos como por ejemplo: En Jacobo 7:27 de la primera edición, escribió la palabra francesa "Adieu" (Adiós). El idioma Francés no existió sino hasta unos 700 años después de Cristo. La palabra "Raca" es una palabra griega tomada del Arameo y aparece en 3 Nefi 12:22, que supuestamente es de mucho antes de Cristo. También las palabras griegas "Alfa" y "Omega" se leen en 3 Nefi 9:18.

La obra de este libro no tiene orígen divino por su pobre inspiración y contradictoria narración y expresión al orden e historicismo de la Biblia. El profeta de "La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días", escribió el libro de Mormón bajo el pensamiento de levantar una nueva doctrina, en protesta a las tantas contradicciones denominacionales y esto es lo que hizo popular el mormonismo. José Smith buscó solucionar el problema levantando una nueva iglesia, luego buscando una región alejada de la sociedad que rechazaba sus ideas. Para lograrlo, escribió este libro llamado: "Otro Testamento de Jesucristo", el cual nos ha demostrado por sí mismo no ser originado en el orden ni en el poder de Dios reflejado claramente en La Biblia y apoyado ampliamente por la historia. Quedan confundidos los que descuidan el estudio de La Biblia, sustituyéndola por libros equivocados. (Mateo 22:29; Juan 5:39; Juan 10: 35.)

Jesús no quiere que aquellos quienes profesan amarle y seguirle sinceramente, basen su cristianismo en un libro que en su misma introducción declara: "Si hay errores, son humanos".

Pero el error del libro de Mormón de José Smith es más que una equivocación humana, es un engaño humano, contradice a la Biblia y desarrolla en el mundo mayor incredulidad hacia la inspiración divina. Dios no trabaja así. Más bien está escrito:

"El Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus de error y a doctrinas de demonios" (1 Timoteo 4:1.)

"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo." (1 Juan 4:1.)

"Porque vendrán muchos en mi nombre...falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. He aquí os lo he dicho antes."

(Mateo 24:5; 24-25.)

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