Las asociaciones de laicos y familias tienen que defender sus derechos.
Declaraciones del cardenal Antonelli ante el Encuentro Mundial de las Familias en Milán
ROMA, miércoles 9 mayo 2012 (ZENIT.org).- El VII Encuentro Mundial de las Familias que se realizará en Milán, Italia, del 30 de mayo al primero de junio, y que contará con la participación de Benedicto XVI, dará visibilidad a temas fundamentales de la existencia humana, como “trabajo, familia y fiesta”. Y entre los frutos del encuentro se espera que las familias puedan crear más asociaciones radicadas en el territorio de manera que se pongan en primera fila y se vuelvan interlocutores directos de las instituciones y autoridades para pedir que sus problemas sean atendidos, así como lo hacen los sindicatos a favor de los trabajadores.
Lo ha indicado el cardenal Ennio Antonelli en la conferencia que se realizó el viernes pasado, organizada por el ICEF (Iniciativas culturales educativas y familiares) en los locales de la parroquia romana de San Eugenio, gestionada por sacerdotes del Opus Dei.
A ZENIT su eminencia indicó que “el objetivo del encuentro en la ciudad de Milán es dar la máxima visibilidad a la reflexión sobre algunos temas que son permanentes, pues se trata de dimensiones fundamentales de la existencia humana, de la vida buena del hombre. Justamente: familia, trabajo y fiesta. Valores que hoy sufren desequilibrios, dificultades y riesgos. Por lo tanto una reflexión al más alto nivel posible es oportuna. Entretanto esperamos que después las reflexiones y la atención hacia estos valores continúe en la sociedad, hasta en nivel de las parroquias”.
El presidente del Consejo Pontificio para la Familia añadió que “es necesario hacer caminar juntos a las ideas y los hechos, el mensaje y los ideales, los valores fundamentales y el designio de Dios sobre la familia. Pero además es necesario verificar, la confirmación práctica en la sociedad, en las situaciones y en los testimonios, etc. De manera que emerjan los aspectos positivos y negativos, de tal manera que ser vea como la doctrina de la Iglesia y la realidad tienen una concordancia muy fuerte”.
Un evento que contará con la presencia de Benedicto XVI y esto “nos hará sentir aún más la mundialidad del evento, mundialidad que depende de la presencia en Milán de los representantes de más de cien países y de esta gran asamblea que se reúne alrededor del papa y que es símbolo de la unidad de la Iglesia universal”.
Poco antes en su conferencia, su eminencia recordó al menos en dos oportunidades diversas un punto central: “Si bien es verdad que la Iglesia podría hacer siempre más, entretanto en primera fila tienen que estar los laicos, que tienen que volverse interlocutores directos, como los sindicatos lo son de los trabajadores. Deben tomar consciencia de sí mismos y de su importancia”.
Y prosiguió recordando que si bien los obispos tienen que inspirar y ayudar, “en primera fila tienen que estar los laicos, porque contrariamente no se obtendrán resultados significativos. Hoy la sociedad es laica y secularizada, había un tiempo en el que la Iglesia tenía un rol privilegiado. Hoy en cambio es una componente como las otras”.
“Es absolutamente necesario --indicó el purpurado- que las asociaciones se refuercen. Son muchas, está el forum de las asociaciones familiares. Pero la eficacia depende de no solamente de la cantidad de familias que adhieren, sino también de cuánto están radicadas en el territorio y en todos los niveles: alcaldías, regiones, territorio”. Porque tienen que intervenir “para conciliar familia-trabajo, familia y sindicatos, familia y empresas".
El cardenal Antonelli precisó que “de todos modos en Milán las asociaciones tendrán un rol, como los políticos de orientación católica, del Parlamento Europeo, que prepararán algún documento para llevarlo en su propio ámbito”.
“Me parece importante --indicó- una acción en todos los países. No me canso de recomendarlo”. Porque las asociaciones de familias o laicales “en algunos países son combativas, en otros en cambio no. En Brasil por ejemplo hay tantas asociaciones eclesiásticas pero faltan en el ámbito civil. ¿Quién tiene que proponer una legislación a favor de la familia? Son los cristianos y para ello tienen que moverse”.
En otro momento de su conferencia el cardenal recordó que “pastores y obispos deberían dar coraje a las familias para que adhieran a las asociaciones familiares y deberían ayudarlas a radicarse en el territorio de manera que tomen fuerza. Si hubiera un interlocutor fuerte sería muy diverso también ante las lobby que serían condicionadas de manera fuerte. Pero también por lo que se refiere a la política, el Estado, los administradores, etc. Es importante que exista un interlocutor fuerte, fuerte al menos como los son los sindicatos”.
Hablando de familia también respondió a una pregunta sobre el divorcio, precisando que “es necesario dar a conocer los costos no solamente económicos pero también humanos que provoca, sea a la pareja que se divide que a los hijos y todas las situaciones complejas que se crean. Hay muchos estudios sobre esto. El problema es que hay una especie de conjura del silencio: hay temas que no hay que abordar. ¿Entonces quién tiene que hablar? Son los laicos y este es vuestro campo”, dijo. “Porque la Iglesia puede indicar el ideal, la belleza, pero después la competencia de los estudios, de intentar modificar la realidad, esto es vuestro campo”.
Sobre las nulidades matrimoniales, recordó: “Es verdad que hoy hay más matrimonios nulos que en el pasado. En el libro entrevista 'Luz del mundo' el papa dijo que en el pasado se podía o debía presumir la validez del matrimonio realizado en una iglesia, hoy en cambio no se puede presumir, porque con la actual confusión de ideas, de modelos de vida, de comportamiento, no se puede dar por descontado que quien se casa en una iglesia lo hace porque sabe, porque está bien motivado y bien intencionado. Y esto quiere decir que es necesario ser más serios”.
Por ello, prosiguió, “ya en la Familiaris Consortio, Juan Pablo II decía que la preparación tiene que ser de tipo catecumenal, no simplemente una serie de conferencias con un debate con el especialista, el médico, el teólogo, etc, sino más bien un itinerario prolongado de vida cristiana, doctrinal, pero fundamentalmente práctico, aprender la oración, el diálogo de pareja, el conocimiento profundo mutuo, los proyectos, las obras de caridad, una serie de comportamientos que tienen que dar una cierta garantía que estar bien encaminados".
Y su eminencia sugirió que la preparación “debería ser realizada en grupos pequeños bajo la guía de una pareja de esposos ejemplares y empeñados, que guíen a un grupito de novios en el que prevalece el diálogo de grupo, los empeños concretos, los testimonios recíprocos, etc. Todo el noviazgo tiene que ser una preparación al matrimonio. Un ejercicio concreto de vida cristiana".
Comentario:
"Aquello que fué, ya es: y lo que ha de ser, fué ya; y Dios restaura lo que pasó." Eclesiastes 3:15
Comienzo con esta interesante cita Bíblica, porque el principio se ha cumplido una y otra vez a medida que las generaciones humanas se han sucedido unas a las otras, y es bastante interesante la fecha escogida para el encuentro de "Familias" en Milan para el 30 de Mayo, como bien sabemos las fechas son bastante importantes para todas las organizaciones que componen el entramado Político-Religioso de este poder gigantesco.
Y para poder entender porque es tan importante esta fecha y cual es el propósito de este encuentro de familias remontémonos al Concilio de Nicea I en el año 313 año del famoso edicto de Milán y dejemos que la historia misma nos cuente que sucedió en aquel Concilio Eclesiástico, donde casualmente la Iglesia se reunió en concilio "Ecuménico":
El Edicto de Milán (en latín, Edictum Mediolanense), conocido también como La tolerancia del cristianismo, fue promulgado en Milánen el año 313, por el cual se estableció la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto fue firmado por Constantino I el Grande y Licinio, dirigentes de los imperios romanos de Occidente y Oriente, respectivamente.
En el momento de la promulgación del edicto, existían en el Imperio cerca de 1.500 sedes episcopales y al menos de 5 a 7 millones de habitantes de los 50 que componían al imperio profesaban el cristianismo.1 Después de la aprobación, se inició la etapa conocida por los historiadores cristianos como la Paz de la Iglesia.
El edicto o constitución imperial fue aprobado entre otra serie de medidas tomadas en conjunto por los emperadores romanos de Oriente y Occidente en junio del año 313. En el mismo se establecía lo siguiente:
Es interesante notar las similitudes con el encuentro de familias que se realizara nuevamente en Milán, para defender una vez mas la libertad "religiosa", y abogar por las familias sobre todo para que las naciones en especial la unión Europea imponga nuevamente el Domingo como día nacional de fiesta religiosa y para los no creyentes día de descanso secular, esto que esta sucediendo aqui no es nada nuevo pues como venimos viendo ya sucedió atrás en la historia:Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás, cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión... que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle.
El Primer Concilio de Nicea fue convocado por el emperador romano Constantino I, quien acababa de imponer su dominio sobre la totalidad del Imperio Romano después de vencer a Licinio. Previamente, Constantino ya había dado muestras de sus simpatías por el Cristianismo al dictar el Edicto de Milán del año 313, que daba a los cristianos libertad para reunirse y practicar su culto sin miedo a sufrir persecuciones. No obstante, el emperador era consciente de las numerosas divisiones que existían en el seno del Cristianismo, por lo que, siguiendo la recomendación de un sínodo dirigido por Osio de Córdoba en ese mismo año, decidió convocar un concilio ecuménico de obispos en la ciudad de Nicea, donde se encontraba el palacio imperial de verano. El propósito de este concilio debía ser establecer la paz religiosa y construir la unidad de la Iglesia cristiana.
Después de este edicto en donde el emperador Romano Constantino luego de unificar al imperio (exactamente lo que esta haciendo el nuevo emperador Romano Católico, Benedicto XVI en sus esfuerzos de unificar el antiguo Sacro Imperio Romano de occidente) detener el fraccionamiento del Cristianismo que estaba sucediendo por el ingreso del paganismo a torrentes dentro del Cristianismo y por eso muchos cristianos genuinos tuvieron que separarse de la "Madre Iglesia", en el primer concilio Ecuménico que entre otras cosas exalto el Domingo como "día del Señor" aboliendo el Sábado del Señor como el verdadero día de Reposo Bíblico y la adoracion a las imágenes, dicto otro muy reconocido edicto que unificaría definitivamente al mundo Cristiano bajo la bandera de Roma:
El 'Cristianismo Ortodoxo' tenía mucho en común con el culto del Sol Invicto, y por tanto pudo florecer bajo la sombra de tolerancia de este último. El culto del Sol -Invicto, siendo esencialmente monoteísta, abrió la senda para el monoteísmo de la Cristiandad. El culto del Sol Invicto era conveniente en otros aspectos también, pero estos aspectos modificaron al cristianismo, a la vez que facilitaban su expansión. Por un decreto anunciado en 321 EC, Constantino ordenó que las cortes de justicia debían cerrar en el Venerable día del sol - el domingo - y decretó además que este, debía ser un día de descanso. Hasta entonces la Cristiandad se había aferrado al descanso sabatino de los judíos considerándolo sagrado. Sin embargo, por el edicto de Constantino, la Cristiandad transfirió su día sagrado al domingo (Día del sol). esto no solo trajo armonía entre la Cristiandad y el régimen existente; sino que permitió que la primera se desligue de sus orígenes judaicos. Otro ejemplo, el nacimiento de Jesús se celebraba. el 6 de enero hasta el siglo IV EC. Sin embargo, el día principal del año en el culto solar era el 25 de diciembre, el festival de Natalis Invictus, el nacimiento - o renacimiento - del sol, cuando los días empiezan a ser más largos. En este caso también, la Cristiandad se sometió a los mandamientos del régimen y las costumbres de la religión estatal establecida. (fuente)
La historia se esta repitiendo, tenemos asociaciones de laicos y religiosos que abogan por la institución del domingo como día oficial de adoracion dentro de la UE que si bien aun no logramos captarlo completamente es el renacimiento del Imperio Romano y de la edad media, asociaciones como la COMECE, un grupo sindicalista alentado por los prelados y principes de la iglesia que han unido sus esfuerzos para traer de nuevo a la vida el antiguo edicto de Constantino. (ver Jubileo Constantiniano y COMECE)
Este encuentro de familias no es un legitimo esfuerzo de lideres religiosos preocupados por las familias del mundo, sino de hombres y mujeres sedientos de poder, esforzando sus manos en acuerdo mutuo para traer a la vida a su tan ansiado Nuevo Orden Mundial, siendo simplemente un retroceso total a la Alta Edad Media, donde la iglesia mandaba y los reyes se arrodillaban ante ella, exactamente lo predicho por las Escrituras:
"Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aun no han recibido reino; mas tomarán potencia por una hora como reyes con la bestia.
Estos tienen un consejo, y darán su potencia y autoridad á la bestia." Apocalipsis 17:2-3
El Señor en su infinita misericordia permitió que antes de que todo esto sucediera hubiese una persona que fuera utilizada por El para amonestar al mundo Cristiano, pero salvo unos pocos ha sido la persona mas atacada y vituperada del llamado Cristianismo, sin embargo sus escritos son prueba fehaciente de su veracidad, y aqui citare algunos textos, que nos "hacen poner los pelos de puntas".
Así se representa al poder papal, que con todo engaño de iniquidad por medio de una atracción superficial y un despliegue fastuoso engaña a las naciones, prometiéndoles -como Satanás a nuestros primeros padres- todo bien a los que reciban su marca y todo daño a los que se oponen a sus falacias. El poder que tiene la más profunda corrupción interior hará el mayor despliegue, y se vestirá con las más esmeradas señales de poder. La Biblia dice claramente que esto cubre una maldad corrompida y engañadora. “Y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”.
¿Qué entidad le entrega su reino a este poder? El Protestantismo, un poder que mientras tras afirma que tiene el carácter y el espíritu de un cordero y está aliado con el cielo, habla con la voz de un dragón. Está movido por un poder que procede de abajo (Carta 232, 1899).
La mujer Babilonia de Apocalipsis 17 está descrita como "vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro y piedras preciosas y perlas, teniendo en su mano un cáliz de oro, lleno de abominaciones, es decir, las inmundicias de sus fornicaciones; y en su frente tenía un nombre escrito: Misterio: Babilonia la grande, madre de las rameras." El profeta dice: "Ví a aquella mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús." Se declara además que Babilonia "es aquella gran ciudad, la cual tiene el imperio sobre los reyes de la tierra." (Apocalipsis 17: 4 - 6, 18, V.M.) La potencia que por tantos siglos dominó con despotismo sobre los monarcas de la cristiandad, es Roma. La púrpura y la escarlata, el oro y las piedras preciosas y las perlas describen como a lo vivo la magnificencia y la pompa más que reales de que hacía gala la arrogante sede romana. Y de ninguna otra potencia se podría decir con más propiedad que estaba "embriagada de la sangre de los santos" que de aquella iglesia que ha perseguido tan cruelmente a los discípulos de Cristo. Se acusa además a Babilonia de haber tenido relaciones ilícitas con "los reyes de la tierra." Por su alejamiento del Señor y su alianza con los paganos la iglesia judía se transformó en ramera; Roma se corrompió de igual manera al buscar el apoyo de los poderes mundanos, y por consiguiente recibe la misma condenación.
Se dice que Babilonia es "madre de las rameras." Sus hijas deben simbolizar las iglesias que se atienen a sus doctrinas y tradiciones, y siguen su ejemplo sacrificando la verdad y la aprobación de Dios, para formar alianza ilícita con el mundo. El mensaje de Apocalipsis 14, que anuncia la caída de Babilonia, debe aplicarse a comunidades religiosas que un tiempo fueron puras y luego se han corrompido. En vista de que este mensaje sigue al aviso del juicio, debe ser proclamado en los últimos días, y no puede por consiguiente referirse sólo a la iglesia romana, pues dicha iglesia está en condición caída desde hace muchos siglos. Además, en el capítulo 18 del Apocalipsis se exhorta al pueblo de Dios a que salga de Babilonia. Según este pasaje de la Escritura, muchos del pueblo de Dios deben estar aún en Babilonia. ¿Y en qué comunidades religiosas se encuentra actualmente la mayoría de los discípulos de Cristo? Sin duda alguna, en las varias iglesias que profesan la fe protestante. Al nacer, esas iglesias se decidieron noblemente por Dios y la verdad, y la bendición divina las acompañó. Aun el mundo incrédulo se vio obligado a reconocer los felices resultados de la aceptación de los principios del Evangelio. Se les aplican las palabras del profeta a Israel: "Salió tu renombre entre las naciones, en atención a tu hermosura, la cual era perfecta, a causa de mis adornos, que yo había puesto sobre ti, dice Jehová el Señor." Pero esas iglesias cayeron víctimas del mismo deseo que causó la maldición y la ruina de Israel: el deseo de imitar las prácticas de los impíos y de buscar su amistad. "Pusiste tu confianza en tu hermosura, y te prostituíste a causa de tu renombre." (Ezequiel 16: 14, 15, V.M.)
Muchas de las iglesias protestantes están siguiendo el ejemplo de Roma, y se unen inicuamente con "los reyes de la tierra." Así obran las iglesias del estado en sus relaciones con los gobiernos seculares, y otras denominaciones en su afán de captarse el favor del mundo. Y la expresión "Babilonia" -confusión- puede aplicarse acertadamente a esas congregaciones que, aunque declaran todas que sus doctrinas derivan de la Biblia, están sin embargo divididas en un sinnúmero de sectas, con credos y teorías muy opuestos.
Además de la unión pecaminosa con el mundo, las iglesias que se separaron de Roma presentan otras características de ésta.
Una obra católica romana arguye que "si la iglesia romana fue alguna vez culpable de idolatría con respecto a los santos, su hija, la iglesia anglicana, es igualmente culpable, pues tiene diez iglesias dedicadas a María por una dedicada a Cristo." - Dr. Challoner, The Catholic Christian Instructed, prólogo, págs. 21, 22.
Y el Dr. Hopkins, en un "Tratado sobre el milenio," declara: "No hay razón para creer que el espíritu y las prácticas anticristianas se limiten a lo que se llama actualmente la iglesia romana. Las iglesias protestantes tienen en sí mucho del Anticristo, y distan mucho de haberse reformado enteramente de . . . las corrupciones e impiedades." -Samuel Hopkins, Works, tomo 2, pág. 328.
Respecto a la separación entre la iglesia presbiteriana y la de Roma, el doctor Guthrie escribe: "Hace trescientos años que nuestra iglesia, con una Biblia abierta en su bandera y el lema ''Escudriñad las Escrituras'' en su rollo de pergamino, salió de las puertas de Roma." Luego hace la significativa pregunta: "¿Salió del todo de Babilonia?" -Tomás Guthrie, The Gospel in Ezekiel, pág. 237.
"La iglesia de Inglaterra -dice Spurgeon- parece estar completamente roída por la doctrina de que la salvación se encuentra en los sacramentos; pero los disidentes parecen estar tan hondamente contaminados por la incredulidad filosófica. Aquellos de quienes esperábamos mejores cosas están apartándose unos tras otros de los fundamentos de la fe. Creo que el mismo corazón de Inglaterra está completamente carcomido por una incredulidad fatal que hasta se atreve a subir al púlpito y llamarse cristiana."
¿Cuál fue el origen de la gran apostasía? ¿Cómo empezó a apartarse la iglesia de la sencillez del Evangelio? -Conformándose a las prácticas del paganismo para facilitar a los paganos la aceptación del cristianismo. El apóstol Pablo dijo acerca de su propio tiempo: "Ya está obrando el misterio de iniquidad." (2 Tesalonicenses 2: 7.) Mientras aún vivían los apóstoles, la iglesia permaneció relativamente pura. "Pero hacia fines del siglo segundo, la mayoría de las iglesias asumieron una forma nueva; la sencillez primitiva desapareció, e insensiblemente, a medida que los antiguos discípulos bajaban a la tumba, sus hijos, en unión con nuevos convertidos, . . . se adelantaron y dieron nueva forma a la causa." -Roberto Robinson, Ecclesiastical Researches, capítulo 6, pág. 51. Para aumentar el número de los convertidos, se rebajó el alto nivel de la fe cristiana, y el resultado fue que "una ola de paganismo anegó la iglesia, trayendo consigo sus costumbres, sus prácticas y sus ídolos." -Gavazzi, Lectures, pág. 278. Una vez que la religión cristiana hubo ganado el favor y el apoyo de los legisladores seculares, fue aceptada nominalmente por multitudes; pero mientras éstas eran cristianas en apariencia, muchos "permanecieron en el fondo paganos que seguían adorando sus ídolos en secreto." -Ibid.
¿No ha sucedido otro tanto en casi todas las iglesias que se llaman protestantes? Cuando murieron sus fundadores, que poseían el verdadero espíritu de reforma, sus descendientes se adelantaron y "dieron nueva forma a la causa." Mientras se atenían ciegamente al credo de sus padres y se negaban a aceptar cualquiera verdad que fuese más allá de lo que veían, los hijos de los reformadores se alejaron mucho de su ejemplo de humildad, de abnegación y de renunciación al mundo. Así "la simplicidad primitiva desaparece." Una ola de mundanalidad invade la iglesia "trayendo consigo sus costumbres, sus prácticas y sus ídolos."
¡Ay, hasta qué grado esa amistad del mundo, que es "enemistad contra Dios," es fomentada actualmente entre los que profesan ser discípulos de Cristo! ¡Cuánto no se han alejado las iglesias nacionales de toda la cristiandad del modelo bíblico de humildad, abnegación, sencillez y piedad! Juan Wesley decía, al hablar del buen uso del dinero: "No malgastéis nada de tan precioso talento, tan sólo por agradar a los ojos con superfluos y costosos atavíos o con adornos innecesarios. No gastéis parte de él adornando prolijamente vuestras casas con muebles inútiles y costosos, con cuadros costosos, pinturas y dorados.... No gastéis nada para satisfacer la soberbia de la vida, ni para obtener la admiración de los hombres.... ''Siempre que te halagues a ti mismo, los hombres hablarán bien de ti.'' Siempre que te vistas ''de púrpura y de lino fino blanco, y tengas banquetes espléndidos todos los días,'' no faltará quien aplauda tu elegancia, tu buen gusto, tu generosidad y tu rumbosa hospitalidad. Pero no vayas a pagar tan caros sus aplausos. Conténtate más bien con el honor que viene de Dios." -Wesley, Works, sermón 50, sobre el uso de dinero. Pero muchas iglesias actuales desprecian estas enseñanzas.
Está de moda en el mundo hacer profesión de religión. Gobernantes, políticos, abogados, médicos y comerciantes se unen a la iglesia para asegurarse el respeto y la confianza de la sociedad, y así promover sus intereses mundanos. Tratan de cubrir todos sus procederes injustos con el manto de la religiosidad. Las diversas comunidades religiosas robustecidas con las riquezas y con la influencia de esos mundanos bautizados pujan a cual más por mayor popularidad y patrocinio.
Iglesias magníficas, embellecidas con el más extravagante despilfarro, se yerguen en las avenidas más ricas y más pobladas. Los fieles visten con lujo y a la moda. Se pagan grandes sueldos a ministros elocuentes para que entretengan y atraigan a la gente. Sus sermones no deben aludir a los pecados populares, sino que deben ser suaves y agradables como para los oídos de un auditorio elegante. Así los pecadores del mundo son recibidos en la iglesia, y los pecados de moda se cubren con un manto de piedad.
Hablando de la actitud actual de los profesos cristianos para con el mundo, un notable periódico profano dice: "Insensiblemente la iglesia ha seguido el espíritu del siglo, y ha adaptado sus formas de culto a las necesidades de la actualidad." "En verdad, todo cuanto contribuye a hacer atractiva la religión, la iglesia lo emplea ahora y se vale de ello." Y un escritor apunta, en el Independent de Nueva York, lo siguiente acerca del metodismo actual: "La línea de separación entre los piadosos y los irreligiosos desaparece en una especie de penumbra, y en ambos lados se está trabajando con empeño para hacer desaparecer toda diferencia entre su modo de ser y sus placeres." "La popularidad de la religión tiende en gran manera a aumentar el número de los que quisieran asegurarse sus beneficios sin cumplir honradamente con los deberes de ella."
Howard Crosby dice: "Motivo de hondo pesar es el hecho de que la iglesia de Cristo esté cumpliendo tan mal los designios del Señor. Así como los antiguos judíos dejaron que el trato familiar con las naciones idólatras alejara sus corazones de Dios, . . . así también ahora la iglesia de Jesús, merced al falso consorcio con el mundo incrédulo, está abandonando los métodos divinos de su verdadera vida y doblegándose a las costumbres perniciosas, si bien a menudo plausibles, de una sociedad anticristiana, valiéndose de argumentos y llegando a conclusiones ajenas a la revelación de Dios y directamente opuestas a todo crecimiento en la gracia." -The Healthy Christian: An Appeal to the Church, págs. 141, 142.
En esta marea de mundanalidad y de afán por los placeres, el espíritu de desprendimiento y de sacrificio personal por el amor de Cristo ha desaparecido casi completamente. "Algunos de los hombres y mujeres que actúan hoy en esas iglesias aprendieron, cuando niños, a hacer sacrificios para poder dar o hacer algo por Cristo." Pero "ahora si se necesitan fondos, . . . no hay que pedirle nada a nadie. ¡Oh no! Organícese un bazar, prepárese una representación de figuras vivas, una escena Jocosa, una comida al estilo antiguo o a la moderna, cualquier cosa para divertir a la gente."
El gobernador Washburn, de Wisconsin, declaró en su mensaje anual, el 9 de enero de 1873: "Parece necesario dictar una ley que obligue a cerrar las escuelas donde se forman jugadores. Se las encuentra por todas partes. Hasta se ven iglesias que (sin saberlo, indudablemente) hacen a veces la obra del diablo. Los conciertos y las representaciones de beneficio, así como las rifas, que se hacen, a veces con fines religiosos o de caridad, pero a menudo con propósitos menos dignos, loterías, premios, etc., no son sino estratagemas para recaudar dinero sin dar un valor correspondiente. No hay nada tan desmoralizador y tan embriagador, especialmente para los jóvenes, como la adquisición de dinero o de propiedad sin trabajo. Si personas respetables toman parte en esas empresas de azar y acallan su conciencia con la reflexión de que el dinero está destinado a un buen fin, nada de raro tiene que la juventud del estado caiga tan a menudo en los hábitos que con casi toda seguridad engendra la afición a los juegos de azar."
El espíritu de conformidad con el mundo está invadiendo las iglesias por toda la cristiandad. Roberto Atkins, en un sermón predicado en Londres, pinta un cuadro sombrío del decaimiento espiritual que predomina en Inglaterra: "Los hombres verdaderamente justos están desapareciendo de la tierra, sin que a nadie se le importe algo. Los que hoy profesan religiosidad, en todas las iglesias, aman al mundo, se conforman con él, gustan de las comodidades terrenales y aspiran a los honores. Están llamados a sufrir con Cristo, pero retroceden ante el simple oprobio.... ¡Apostasía, apostasía, apostasía! es lo que está grabado en el frontis mismo de cada iglesia; y si lo supiesen o sintiesen, habría esperanza; pero ¡ay! lo que se oye decir, es: Rico soy, y estoy lleno de bienes, y nada me falta." -Second Advent Library, folleto No. 39.
El gran pecado de que se acusa a Babilonia es que ha hecho que "todas las naciones beban del vino de la ira de su fornicación." Esta copa embriagadora que ofrece al mundo representa las falsas doctrinas que ha aceptado como resultado de su unión ilícita con los magnates de la tierra. La amistad con el mundo corrompe su fe, y a su vez Babilonia ejerce influencia corruptora sobre el mundo enseñando doctrinas que están en pugna con las declaraciones más claras de la Sagrada Escritura.
Roma le negó la Biblia al pueblo y exigió que en su lugar todos aceptasen sus propias enseñanzas. La obra de la Reforma consistió en devolver a los hombres la Palabra de Dios; pero ¿ no se ve acaso que en las iglesias de hoy lo que se enseña a los hombres es a fundar su fe en el credo y en las doctrinas de su iglesia antes que en las Sagradas Escrituras? Hablando de las iglesias protestantes, Carlos Beecher dice: "Retroceden ante cualquier palabra severa que se diga contra sus credos con la misma sensibilidad con que los santos padres se habrían estremecido ante una palabra dura pronunciada contra la veneración creciente que estaban fomentando por los santos y los mártires.... Las denominaciones evangélicas protestantes se han atado mutuamente las manos, de tal modo que nadie puede hacerse predicador entre ellas sin haber aceptado primero la autoridad de algún libro aparte de la Biblia.... No hay nada de imaginario en la aseveración de que el poder del credo está ahora empezando a proscribir la Biblia tan ciertamente como lo hizo Roma, aunque de un modo más sutil." - Sermón sobre la Biblia como credo suficiente, predicado en Fort Wayne, Indiana, el 22 de febrero, 1846.
Cuando se levantan maestros verdaderos para explicar la Palabra de Dios, levántanse también hombres de saber, ministros que profesan comprender las Santas Escrituras, para denunciar la sana doctrina como si fuera herejía, alejando así a los que buscan la verdad. Si el mundo no estuviese fatalmente embriagado con el vino de Babilonia, multitudes se convencerían y se convertirían por medio del conocimiento de las verdades claras y penetrantes de la Palabra de Dios. Pero la fe religiosa aparece tan confusa y discordante que el pueblo no sabe qué creer ni qué aceptar como verdad. La iglesia es responsable del pecado de impenitencia del mundo. El mensaje del segundo ángel de Apocalipsis 14 fue proclamado por primera vez en el verano de 1844, y se aplicaba entonces más particularmente a las iglesias de los Estados Unidos de Norteamérica, donde la amonestación del juicio había sido también más ampliamente proclamada y más generalmente rechazada, y donde el decaimiento de las iglesias había sido más rápido. Pero el mensaje del segundo ángel no alcanzó su cumplimiento total en 1844. Las iglesias decayeron entonces moralmente por haber rechazado la luz del mensaje del advenimiento; pero este decaimiento no fue completo. A medida que continuaron rechazando las verdades especiales para nuestro tiempo, fueron decayendo más y más. Sin embargo aún no se puede decir: "¡Caída, caída es la gran Babilonia, la cual ha hecho que todas las naciones beban del vino de la ira de su fornicación!" Aún no ha dado de beber a todas las naciones. El espíritu de conformidad con el mundo y de indiferencia hacia las verdades que deben servir de prueba en nuestro tiempo, existe y ha estado ganando terreno en las iglesias protestantes de todos los países de la cristiandad; y estas iglesias están incluidas en la solemne y terrible amonestación del segundo ángel. Pero la apostasía aún no ha culminado.
La Biblia declara que antes de la venida del Señor, Satanás obrará con todo poder, y con señales, y con maravillas mentirosas, y con todo el artificio de la injusticia," y que todos aquellos que "no admitieron el amor de la verdad para" ser "salvos," serán dejados para que reciban "la eficaz operación de error, a fin de que crean a la mentira." (2 Tesalonicenses 2: 9-11, V.M.) La caída de Babilonia no será completa sino cuando la iglesia se encuentre en este estado, y la unión de la iglesia con el mundo se haya consumado en toda la cristiandad. El cambio es progresivo, y el cumplimiento perfecto de Apocalipsis 14:8 está aún reservado para lo por venir.
A pesar de las tinieblas espirituales y del alejamiento de Dios que se observan en las iglesias que constituyen Babilonia, la mayoría de los verdaderos discípulos de Cristo se encuentran aún en el seno de ellas. Muchos de ellos no han oído nunca proclamar las verdades especiales para nuestro tiempo. No pocos están descontentos con su estado actual y tienen sed de más luz. En vano buscan el espíritu de Cristo en las iglesias a las cuales pertenecen. Como estas congregaciones se apartan más y más de la verdad y se van uniendo más y más con el mundo, la diferencia entre ambas categorías de cristianos se irá acentuando hasta quedar consumada la separación. Llegará el día en que los que aman a Dios sobre todas las cosas no podrán permanecer unidos con los que son "amadores de los placeres, más bien que amadores de Dios; teniendo la forma de la piedad, mas negando el poder de ella."
La historia se repite de nuevo, y luego de este encuentro donde nuevamente se ratificara la unión del Catolicismo con el protestantismo en favor de las "familias" de los sindicatos y de las fiestas religiosas paganas disfrazadas de cristianismo, el siguiente paso como en el pasado sera la imposición de su fiesta-marca, el Domingo, y entonces el mundo entrara en su tan anhelado milenio de "paz" pero como dicen las Escrituras:
"que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá
sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no
escaparán." 1 Tesalonicenses 5:3
Que el Señor nos ayude a prepararnos para que todos estos acontecimientos no nos tomen por sorpresa.
Maranatha!
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