ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL NUMERO 666
Dr. Alberto R. Treiyer
Mucho se ha especulado con este número, y no voy a explayarme en su significado. Simplemente aprovecho para poner de relieve algunos aspectos.
1. Apoc 13:17-18 menciona que en el fin del mundo, los que se sometan a la bestia recibirán la marca o el nombre de la bestia o el número de su nombre. Se agrega, a su vez, que es número de hombre. En otras palabras, todo intento por encontrar una cifra que dé 666 en una mujer no cuadraría con la profecía.
2. En Apoc 13:1 se dice que sobre las cabezas de la bestia había nombres blasfemos, es decir, nombres que revelan la intención del que los lleva de buscar ocupar el lugar de Dios. La Bible de Jerusalén, que es una versión católica, rinde Apoc 13:1 de la siguiente manera: “sobre sus cabezas había títulos blasfemos.” La bestia escarlata de Apoc 17:3, sobre la cual cabalga la mujer ramera, posee también “títulos blasfemos.” Esto nos hace ver que el poder representado por la bestia poseería muchos nombres o títulos blasfemos, y esto se cumple en el papado romano, cuando impuso la marca de su autoridad en los reinos de la tierra.
3. No obstante, Apoc 13:17-18 menciona que uno de ellos en especial, llevaría el número 666. Obviamente, tiene que ser un título que cuadre con su carácter blasfemo de una manera sobresaliente, y en relación con la marca de su autoridad. Pues bien, de todos los nombres o títulos que se ha arrogado el papado, entre los cuales más de uno contiene el número 666, Vicarius Filii Dei es el que revela a las claras la intención blasfema del papa, el de querer ocupar el lugar del Hijo de Dios en la tierra. Y eso es justamente blasfemia, pues revela el mismo espíritu que tuvo Lucifer, el de querer ocupar el lugar de Dios (Isa 14:12-14; véase Mat 4:8-10; Mar 2:5-12). No hay que olvidar que a Jesús se lo acusó de blasfemia por declararse Hijo de Dios (Juan 5:18), y que su testimonio no depende de testimonio humano alguno, sino que está respaldado únicamente por el de las demás personas de la Deidad (Juan 5:33-38).
4. El título, Vicarius Filii Dei, está incorporado en la Ley Canónica de la Iglesia Católica Romana. “Beatus Petrus in terris vicarius filii Dei videtur esse constitutus,” Decretum Gratiani, prima pars., dist., 96.
“The title Vicarius Filii Dei... is very common as the title for the Pope,” Dr. J. Quaston, S.T.D., professor of ancient history and Christian archaeology, School of Sacred Theology, Catholic University of America, Washington, D.C., March 5, 1943. This title was confirmed by a church council, according to Binius, a Roman Catholic dignitary of Cologne. See Sacrosancta Concilia, vol. I, pp. 1539-1541.
Un estudio exhaustivo del uso de este título, sin embargo, no se ha hecho aún, pero es obvio con estos ejemplos que tal estudio en lo futuro ampliará muchísimo el repertorio de ejemplos que hoy se busca ocultar.
5. Es cierto que se ha jugado mucho, ya desde la antigüedad, con el uso de la gematría para descubrir el nombre que correspondería en sus letras numéricas, con el número 666. Pero no tenemos otra alternativa, porque esto es lo que se le mostró al apóstol, algo que era muy común en sus días. Por ejemplo, sobre un muro de Pompeya aparece una inscripción: “Yo amo aquella cuyo nombre es 545.” En Sib. 5:10-50, se presenta una lista de los emperadores romanos hasta Adrián [Hadrien], sin nombrarlos. Para ello se dan únicamente sus cifras. Así, por ejemplo, cuando menciona el emperador cuyo nombre comienza con n= 50, se refiere a Nerón.
6. El hecho de que muchos nombres y títulos puedan aplicarse a más de un personaje histórico, no debe conducir a la bancarrota. El número 666 es una prueba entre muchas. Debe, pues, cuadrar con todas las otras especificaciones de la profecía. Por ejemplo, el emperador Nerón no resucitó como ocurre hoy con el papado, que está recuperando el poder político que había perdido en manos de los poderes seculares. Además, para que el nombre Qesar Neron dé 666, debe leérselo en hebreo y con
pronunciación griega, no romana. Si se lo lee en hebreo con pronunciación romana, su cifra da 616. Ese problema tenían ya algunos cristianos antiguos de los primeros siglos que querían identificar el número 666 con Nerón, razón por la cual aparecen manuscritos del Apocalipsis con el número cambiado a 616. Esos cristianos se daban cuenta que el nombre o título debía buscárselo en el idioma original para que tuviese valor, y al no encontrar un equivalente adecuado en sus días, vacilaban entre leer en hebreo con acento griego, o cambiar el número que dio Juan en el Apocalipsis para poder leerlo con su acento original en latín.
7. También quedan descartados otros títulos generales que no tienen nada que ver con un carácter blasfemo como, por ejemplo: Italika Ekklesia (en griego); Lateinos (griego); He latine Basileia (griego), etc. Asimismo, todas las explicaciones que buscan un símbolo en el número 666 de algún
concepto filosófico o teológico, no responden satisfactoriamente al hecho de que se trata del “número de su nombre.” Esas explicaciones pueden tener un valor adicional, como un trasfondo digno de notar, pero nunca podrán reemplazar una interpretación que busque el número en las letras de un nombre que cumpla con las especificaciones de la profecía bíblica. En efecto, el nombre de una persona podía reflejar su carácter (Mar. 3:17). También podía el nombre de una determinada persona (Apoc 14:1), ciudad o institución, aplicarse a todos los que se identificasen con los principios que están implícitos en él (Apoc 3:12).
De esto pueden extraerse conclusiones teológicas muy importantes, pero sin que ello nos lleve a negar la personalidad o institución que origina y posee tal nombre. Por ejemplo, puede recurrirse a la simbología bíblica de los números, y resaltarse el contraste entre el número 6 y el 7, como representando el contraste entre el poder humano y el divino, pero no ignorar por ello el nombre de la persona o entidad que encarna tal poder. En otras palabras, el número como los siete montes sobre los que se sienta la mujer, pueden tener una doble dimensión, sin negar que la realidad concreta sea el título blasfemo que se quiere resaltar del papado, ni que los siete montes sean una referencia concreta a la ciudad de Roma (Apoc 17:9-10). La simbología de los números puede decirnos, así, algunas cosas adicionales que podemos agregar al descubrimiento definido del título blasfemo del papado que lo lleva a exaltarse sobre el Hijo de Dios.
Volvamos a insistir reconociendo que así como Dios tiene muchos nombres en la Biblia, el anticristo representado por la bestia posee también muchos nombres blasfemos. De uno de ellos especialmente significativo por revelar la verdadera intención blasfema del anticristo, según se le mostró a Juan, se podría extraer mediante un cálculo (psefisáto), el número 666. Esto significa que toda la humanidad, excepto los que tengan el sello de Dios (su nombre tal como aparece en el 4to. mandamiento), reconocerán al papado como siendo el vicario del Hijo de Dios ya sea por convicción (marca en la frente) o por simple sometimiento a su voluntad al respetar el día que ostenta como símbolo de su autoridad blasfema (marca en la mano).
8. La relación que la marca de la bestia tiene con el nombre blasfemo, se puede percibir únicamente en el papado, y esto de varias maneras. Por falta de espacio sólo mencionaremos aquí que así como el sello de Dios es el 7mo. día de la semana, la marca de autoridad del papado es el falso día de reposo que heredó del imperio romano, y lo impuso a partir del S. VI en toda la cristiandad. El domingo era el día del sol para los romanos, y los cristianos, contrariamente, comenzaron a considerar a Cristo como siendo el Sol de Justicia. Al pretender el papado ocupar el lugar del Hijo de Dios, se quiso atraer esa honra a sí mismo, e instituyó el Sun-day como su día, su marca de autoridad. Es interesante también observar que el número 666 aparece ya en amuletos que portaban los sacerdotes paganos que adoraban al sol, y que se llamaban Sigilla Solis.
Ese número debía extraérselo por el recuento de diagramas que contenían números místicos que sumados, daban 666. Del otro lado del diagrama en los amuletos, estaba la figura del sol. Pues bien, el disco del sol que se ponía en los cuadros de los emperadores romanos, los cristianos se lo pusieron a Cristo y, cuando cayó el imperio romano, ese disco del sol se lo pusieron a los papas y santos de la iglesia romana.
Conclusión
El nombre de la bestia o del papado no es una filosofía. Podrá tener significados teológicos o filosóficos, pero no es algo abstracto. La bestia tiene varios nombres blasfemos (Apoc 13:1; 17:3), y Dios nos dijo que en uno de ellos podría contarse su número, dándonos por anticipado también el número de su nombre. Ese nombre nos permitiría desenmascarar su carácter arrogante y blasfematorio. El que alguien pretenda ocupar impostoramente nada menos que el lugar del Hijo de Dios, para quedarse con su herencia, es más serio que el que alguien pretenda ocupar el lugar de nuestro hijo carnal para desheredarlo.
A veces se nos ha dicho que por qué no escogemos otros nombres del papado que se han usado más, como por ejemplo, "Vicario de Cristo" y "Vicario de Dios." Porque el número 666 se encuentra sólo en Vicarivs Filii Dei, y con ello Dios quería destacar algo más completo que sólo ese título podía comprender. Cristo significa "ungido", y esto podían serlo muchos que ocupaban el cargo del sacerdocio o del reinado. Por supuesto, el papado usa ese título para referirse a Jesús. Pero al declararse el papado "Vicario del Hijo de Dios," va más allá, revelando su intento de ocupar incluso el lugar de Dios mismo. Recordemos que los antiguos no tenían adjetivos, sino que usaban la palabra "hijo" no sólo para referirse a la identificación de alguien, sino también para revelar la naturaleza de algo o alguien. Mientras que por "Vicario de Dios" no necesariamente se implica que se es "Vicario del Hijo de Dios," este último título sí implica al mismo tiempo que se es Vicario de Dios, ya que Jesús dijo, además, que "el Padre y Yo somos uno". En otras palabras, de los tres, el más completo es "Vicario del Hijo de Dios".
Los autores adventistas recientes que han estado ignorando la interpretación del nombre de la bestia como siendo el de Vicarivs Filii Dei, siguiendo en eso la corriente teológica del mundo, se han preocupado tanto por encontrar un simbolismo en el NUMERO del nombre, 666, que se han olvidado del NOMBRE mismo del papado allí anunciado. No está mal que jueguen con el significado de los números, ya que la Biblia les da su importancia. Lo que está mal es que se queden allí, y supriman otro hito clave dado por Dios para el desenmascaramiento más directo de las pretensiones del papado. Lo que el Señor mismo nos dice en el Apocalipsis es que ese título él no lo acepta, y nos advierte que el príncipe que se lo arroga es nada más ni nada menos que el anticristo que será quemado por la gloria del Hijo de Dios en el día se su venida.
Que hay que tener valor para decirlo en momentos en que ese anticristo está siendo capaz de engañar al mundo al punto de hacerle creer que la religión mundial de este nuevo milenio será la que se base en lo que une a todas las religiones, y no en lo que las diferencia, no me cabe ninguna duda. Pero tampoco tengo otra opción del Señor, porque en el mismo Apocalipsis de Juan me advierte que "los cobardes e incrédulos... y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Apoc 21:8). Ninguno de ellos recibirá la herencia prometida (v. 7).
No de gusto, el siguiente versículo (después del que menciona el 666), destaca que sólo los 144.000 tienen "el nombre del Cordero y el nombre de su Padre escrito en sus frentes" (Apoc 14:1). Si la bestia de Apoc 13 habla de un principado blasfemo (lo que significa querer ocupar el lugar de Dios, en este caso también y más específicamente aún, de su Hijo), ¿debía resultar extraño que se buscase su nombre en su carácter más impostor? Recordemos que Pablo también dijo que el hombre de pecado se sentaría "en el templo de Dios", esto es, la Iglesia de Cristo, "haciéndose pasar por Dios". Todo esto, y mucho más, está comprendido en la expresión "Vicario del Hijo de Dios".
EL NUMERO 666 EN ESTE PLANETA "TIERRA" ES POSIBLE ENCONTRARLO EN LA CONSTITUCION DEL CARBONO-12 DEL CUAL ESTA HECHO EL HOMBRE Y POR TANTO "ES EL NUMERO DEL HOMBRE" (SEA HOMBRE O MUJER POR SUPUESTO) POR LO QUE QUIERE DECIR QUE AQUELLOS QUE NO TIENEN EXACTAMENTE ESE NUMERO EN SU CONSTITUCION FISICA, NO SON SERES ORIGINARIOS DE ESTE PLANETA, ES DECIR QUE NOSOTROS (CARBONO 12) SOMOS DESCENDIENTES DE ESOS SERES Y QUE DIOS EXISTE Y ES EL CREADOR ABSOLUTO DE TODO LO QUE PODEMOS VER Y PERCIBIR Y TAMBIENBIEN DE LO QUE NO. SE DICE QUE TODO LO QUE ESTA OCUPADO POR MATERIA O ENERGIA ES EL UNIVERSO Y LO QUE NO, ES UNA ESPECIE DE AUSENCIA DE UNIVERSO PERO QUE AUN SE ENCUENTRA MAS ALLA DEL UNIVERSO. PUES DIOS ES EL CREADOR DE TODO ESO. ESE ES DIOS.
ResponderEliminarY DIOS PUEDE ESTAR EN UN LUGAR Y EN TODOS A LA VEZ.
Y EL NUMERO 666 ES DEL HOMBRE (CARBONO 12 (ELEMENTO CONSTITUTIVO PRINCIPAL), UNA ATMOSFERA (O SIMILARES), TEMPERATURA ADECUADA PARA LA VIDA,ETC). SE PODRIA DECIR QUE ES DE LA BESTIA (PORQUE NO ES DE DIOS)
Si se queda en la ramera católica se va a perder de todo el panorama, el Vaticano es hija de Babilonia, pero tiene varias hijas, el 666 en esencia representa el culto al hombre, recomiendo leer:
ResponderEliminarhttp://www.mensajedepaz.net/index.php?option=com_content&view=article&id=151:666-el-culto-al-hombre-parte-1-&catid=4:polemico&Itemid=7
No es que se quede en la bestia, amigo. Es que la bestia es la principal entidad en juego en la profecia. Las hijas siguen a la madre, por eso no hay que buscar enganchar a las hijas en el 666. De paso la bestia no es hija de Babilonia, es Babilonia.
ResponderEliminarQuien es la “bestia”del Apocalipsis?
ResponderEliminarApocalipsis 13,11:”Vi otra bestia que subia de la tierra…….”
Apocalipsis 13,16:”…….y a todos se les imprimió una MARCA en la mano derecha y en la frente”
Apocalipsis13,18;”…….calcule el numero de la bestia,porque es numero de hombre.Su numero es 666”.
Quien es la “bestia”entonces?
Tenemos aca dos signos relacionados con ella.Por un lado “la marca”que impondrá en la mano y en la frente y por otro lado el numero 666.Tenemos que buscar en la Biblia algo relacionado con estos dos signos y a relacionarlos con algo o alguien muy maligno.
Sabemos que Cain fue un personaje bíblico que mato a su hermano
Vemos que : Genesis 4,15:”Dijo Yahve:Si alguien matare a Cain,será siete veces vengado”.
Puso pues,Yahve a Cain una SEÑAL,para que nadie le hiriera.
Ademas vemos en Genesis 4,17 que Cain tuvo varios hijos,es decir hubo un LINAJE de Cain.
Entonces si relacionamos la bestia del Apocalipsis con Cain del Antiguo Testamento,vemos que hay un hecho que los identifica que es” la marca” que puso Yahve a Cain y la marca de la bestia en al Apocalipsis.En cuanto al 666 podriamos decir que la bestia seria el 666avo descendiente de Cain.
Entonces la “bestia” seria el descendiente numero 666 de Cain.